La Coca-Cola, cuyo sabor es invariable de país en país, vendría a ser el ejemplo por antonomasia.
Los conflictos surgen cuando se trata de un producto elaborado por métodos artesanales —que nunca son idénticos—, cuyas características varían de región en región y cuyo éxito depende de su individualidad y diversidad. Como el vino.
Mondovino, el documental de Jonathan Nossiter, retrata la lucha por la sobrevivencia de la producción artesanal del vino, en un mundo que cada día es más regido por las leyes del mercado de masas, impuestas por los grandes consorcios.
A propósito de una nueva edición de su Salón Internacional de Gastronomía, el grupo Exceso ha traído el filme de Nossiter a Venezuela, que se estará exhibiendo hasta el próximo viernes en el Centro Plaza.