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Los asesinos están entre nosotros

Mlang2Entre 1930 y 1931, Fritz Lang se encontraba enfrascado en el proyecto de un filme que se titularía Los Asesinos están entre nosotros, cuando el jefe de los estudios Staaken le prohibió el acceso. Lang replicó, enardecido:

¿Cuál era la razón de tal conspiración contra un filme sobre el Peter Kürten, el asesino y violador de niños de Düsseldorf?

El director de los estudios enseguida cambió de opinión. Le pidió disculpas y le entregó las llaves del set. Fue entonces cuando Lang se fijó en la insignia del partido Nazi que el hombre llevaba prendida en la solapa y comprendió todo lo que había sucedido: el título le había hecho creer a aquel hombre que se trataba de una película contra el partido nacional—socialista al que pertenecía.

Para evitar mayores confusiones, Lang estrenó su filme con el título de M, el mismo año en el que Kürten era ejecutado.

El llamado Monstruo de D?ɬºssedolrf, Kürten había desarrollado una escalofriante carrera criminal en corto tiempo: en apenas dos años había violado, asesinado y bebido la sangre de nueve personas, la mayoría de ellos niños y niñas de corta edad.

Corrían los días decadentes de la República de Weimar, una época retratada por el escritor Alfred Dublin en su monumental Berlin Alexanderplatz y por Bergman, en su alucinante El Huevo de la Serpiente (¿será posible un mejor título para un filme sobre el ascenso del Nazismo?), los cadáveres de niños de multiplicaban, la policía estaba desconcertada por lo que parecía un inteligente y elusivo maníaco y la opinión pública, aterrorizada por lo creían, era un ser infernal.

Sin embargo, una casualidad condujo a los cuerpos de seguridad hasta el hogar de Peter Kürten, un hombrecillo de aspecto insignificante, trabajador, religioso y buen marido. Hasta entonces su mujer no sospechaba que vivía con un monstruo. Condenado a muerte, los últimos deseos de Kürten dan una idea del nivel de su locura y sadismo:

Mi mayor deseo sería poder escuchar mi propia sangre goteando sobre la cesta de la guillotina.

En el filme de Lang, para muchos el iniciador del subgénero cinematográfico de serial killers, un ofídico Peter Lorre interpreta a Hans Beckert, un personaje inspirado en Kürten.

Hoy publicamos dos enlaces desde donde pueden descargar este excelente filme expresionista alemán.

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