David Lynch, quien usó una simple cámara Sony PD-150 para realizar su último filme, Inland Empire, muestra su entusiasmo sobre el video digital, en una entrevista publicada por The New York Times:
El cielo es el límite con el (video) digital. La película 35mm es como un dinosaurio en un pozo de alquitrán. Seguramente la gente está cansada de escuchar que aman el 35mm como aman el cassette magnético. ¡Amo el 35mm! ¡Lo amo! Es tan hermoso… Pero podría morir si tengo que trabajar de esa manera otra vez.
Para Lynch, la posibilidad de hacer tomas más largas y la ligereza del equipo le dieron mayor libertad artística, pues al no requerir de “dos horas para volver a iluminarlo todo”, el trabajo se hace mucho más fluido.
Todo el mundo me decía ‘pero la calidad, David, no es tan buena’. Y es verdad. pero es una calidad diferente. Me recuerda las primeras películas de 35mm. Puedes ver diferentes cosas, te habla de forma diferente.
Mary Sweeney, ex exposa y productora de Lynch, recalca en el artículo el entusiasmo con el que el director de Lost Highway ha acogido el video digital.
David estaba muy excitado por la forma en la que la nueva tecnología podía liberarlo. Pienso que lo llevó de regreso a una manera de trabajar pura, sin miedo.