Village Voice, autor de 30 libros, ganador de dos premios Putlizer; Norman Mailer, quien por fin descansa en paz desde el fin de semana; también fue director de cine. Escribió algunos libros que me marcaron.
- Los desnudos y los muertos, mi segunda novela favorita sobre la II Guerra Mundial (la primera es, desde luego, Catch 22 de Joseph Heller).
- Los Ejércitos de la Noche, un libro que como apunta Mr. Enigma, no puede faltar en la biblioteca de universitario alguno.
- El Combate, su hermoso y emocionante recuento del histórico duelo entre Muhhammad Alí y George Foreman en Zaire, un libro que no falta en la biblioteca de ningún amante del boxeo (y por eso no falta en la mía).
- Y, mi predilecta, La Canción del Verdugo, para mí, la más grande historia de amor después del Romeo y Julieta: la historia de amor y dolor de Gary Gilmore, el condenado a muerte que demandó al Estado para apurar su propia ejecución, y su novia, Nicole Baker.
Norman decía que los sonidos de los golpes en las películas sonaban falsos. Por eso quería que yo grabara sus propios golpes, desde luego, él era boxeador. De modo que allí estábamos los dos, en mi estudio, con un grabador digital portátil y yo recuerdo que pensaba “estoy viendo a Norman mailer pegarse a sí mismo y no estoy haciendo nada por detenerlo”. Se pegó al menos veinte veces, en la cara y en el pecho, hasta que consiguió el sonido perfecto. Yo guardé aquel efecto de sonido y lo he usado en al menos veinte películas desde entonces. Yo siempre le digo a otros directores “¿escuchaste eso? Ese es Norman Mailer pegándose a sí mismo. Ahora él está en tu película.Buen viaje, tipo duro… Vía | The BlogFilm]]>