Filmado en 35mm y video de alta definición, con cámaras Panavision, Genesis y P2; el filme fue montado en Final Cut Pro, por el veterano Richard Harris, ganador del Oscar al mejor montaje por su trabajo en Titanic, en Malibú, California, mientras en paralelo, el rodaje transcurría en Vancouver, Canadá.
El material filmado se digitalizaba en Canadá usando el Final Cut Pro y se enviaba a la sede de Technicolor en Vancouver. A través de la red interna de Technicolor, el material bruto se transfería a una empresa de postproducción en Los Angeles, desde donde se enviaba a la casa de Harris, en Malibú. Las escenas editadas hacían el mismo camino, pero de regreso a Vancouver, donde el equipo podía revisarlas y aprobarlas, en una sala acondicionada con proyectores HD.
Este flujo de trabajo les permitió cumplir con los plazos de producción y tener lista la película en el tiempo estipulado. Según Apple, después de años esperando la aprobación del proyecto, de repente tuvieron que correr para filmarlo con los apremios y apuros más propios de una producción televisiva que de un filme de Hollywood.
Explica Carter:
Comenzamos a filmar el 10 de diciembre y terminamos en marzo, pero yo sentí como si hubieran sido cientos de días, porque tres de esas semanas fueron en la nieve. Todo estuvo muy bien planeado. Nunca hice una toma 10 si había conseguido lo que quería en la 3. De modo que seguía adelante. El plan de rodaje era el verdadero villano aquí y necesitaba ser degollado. No creo que hubiéramos podido hacer esta película sin un sistema que facilitase la velocidad y sin gente que sabía cómo usarlo de una forma tan hermosa.
Harris agrega:
Me gusta la simplicidad del Final Cut. Mucho. No soy un tipo demasiado técnico, pero (el FCP) es tan amigable, como flexible para manejar todos los formatos. Y ciertamente, la imagen en HD es la mejor de todas las que yo haya visto antes.
Carter se deshace en elogios hacia el Final Cut Pro:
Pienso que no pasará mucho tiempo antes de que todo el mundo sea un realizador y un editor gracias a sistemas como Final Cut Pro. Dicen que uno podrá terminar su mezcla en Final Cut en su casa. De modo que yo creo que se llegará el día en que uno podrá rodar la película en su patio trasero, y postproducir dentro, en su casa; sin tener que montarse nunca en su auto y malgastar toda esa energía.
Leyendo este artículo también he aprendido un nuevo término: the suicide cut, que es como llaman al primer corte de montaje. Sí, esa primera versión del montaje que deja a todo director con ganas de suicidarse después de verlo. Buen tema para un futuro post…