Fue uno de los primeros cortos que vi en internet, en los días frenéticos de la burbuja y el auge de las puntocom, a finales de la década pasada y principios de ésta.
Recuerdo que tuve que esperar una eternidad para que se cargara (o descargara), en un modem de 28.8 bps. Ya no me acuerdo dónde lo vi. Es decir, en qué sitio o página web.
Lo cierto es que ha transcurrido casi una década y More, el cortometraje de Mark Osborne que fuera nominado al Oscar en el 98, no ha envejecido un ápice. Cómo me gustaría ver su versión IMAX.
Sólo seis minutos y ni una sola palabra, bastan para contar una historia, profundamente humana, sobre un inventor atrapado en una existencia gris… Literalmente hablando.