Currently set to Index
Currently set to Follow

Cortometrajes, los clichés estudiantiles a evitar

Filmmaker publicó un artículo sobre los clichés que debes evitar a toda costa, cuando hagas tus cortos en la escuela de cine donde estudias. A continuación, resumo los tips de Filmmaker, aunque aconsejo leer el artículo original, mucho más divertido.

Estos son los clichés estudiantiles o más comunes lugares comunes (sí, esta frase también es un lugar común, que viva el lugarcomunismo) en los cortos estudiantiles:

  • El dolly in (o out) combinado con zoom (in o out según sea el caso), usado por Hitchcock en Vértigo (eso lo he hecho en mis trabajo de escuela).
  • Las tramas sobre “almas artísticas torturadas”, es decir, las películas “del artista bloqueado ante su obra”: escultores, pintores, músicos “el 90%, escritores”, que superan su bloqueo artístico gracias a una musa.
  • Las secuencias oníricas.
  • Las transiciones de tiempo con imágenes aceleradas (esos planos panorámicos donde cae la noche o amanece a gran velocidad).
  • El mal audio, combinado con la música ejecutada con instrumentos clichés. Es decir: sintetizadores (más apropiados para el porno), plano solitario, guitarra acústica solitaria, la banda de rock de tu amigo, el lánguido violoncello…
  • Los planos “interesantes” cuya función es más egocéntrica (“¡mira lo bueno e ingenioso que soy dirigiendo!”) que dramática, como el “punto de vista de la nevera” (la cámara dentro de la nevera).
  • El diálogo ultralento y la actuación de cejas.
  • El casting equivocado: el público se da cuenta de que el “actor” que interpreta al padre, no es ningún actor. Es tu compañero de cuarto. Y sí, también cuando el “interés amoroso” es más del director que del personaje.
  • Los cortometrajes donde nada o poco sucede, sin conflicto, que pretender reflejar “la vida misma” y que, al final, tratan de arreglarlo todo con un clímax que al final ata (o trata de atar) todos los cabos sueltos: tiernas remembranzas de la niñez, epifanías o descubrimientos internos del personaje, traumas infantiles con padre o madre soltera y alcohólica.
  • Los largometrajes disfrazados de cortometrajes. La mayoría de las veces, menos es más. ¡Córtalo!
  • Los cortos de un sólo chiste (generalmente, ubicado al final de 15 interminables minutos).
  • Las transiciones con personajes que se acercan o alejan de cámara, tapando o descubriendo el lente.
  • Los personajes y tramas tarantinescos. Ya basta.
  • La abuso de efectos de video. Avid Farts.
  • El “cigarrillo dramático” que enciende el personaje para dar a entender que la cosa va en serio, o que debe pensar, o cuando se siente “introspectivo”.
  • Las tramas con búsqueda de la verdad con implicaciones y referencias científicas tipo Teoría de la Relatividad o del Caos. Si vas a filmar alguna, al menos investiga primero.
  • Las tramas amorosas que buscan explicar el fracaso romántico del director del corto.
  • Filmar la acción a través de espejos.
  • Créditos tan largos (o más) que el corto mismo.
  • Arrancar la trama con un despertador que suena, una mano que lo apaga y un personaje que despierte y dice: “¡dios mío, qué tarde es!”…

Mucho, mucho tiempo atrás, a comienzos de este blog, publicamos algunos consejos similares de Nacho Vigalondo.

¿Alguien tiene más clichés estudiantiles que aportar? ¿Listo? Ahora puedes sentarte a escribir tu propio corto.

GUÍA CORTA PARA

ESCRIBIR UN CORTO

Descarga gratis nuestra GUÍA CORTA PARA ESCRIBIR UN CORTO te guiará a través de la compleja tarea de escribir un cortometraje y, de paso, aprenderás nociones básicas de dramaturgia.

¿No sabes por dónde comenzar? Tranquilo, sólo descarga nuestra guía gratis. 

Mira el vídeo y lee nuestro tutorial.

¡La Guía corta para escribir un corto va en camino!

Subscribe for notification