Sólo quienes hayan intentado hacer la corrección de color de sus películas usando un mouse pueden describir tan hórrida experiencia a cabalidad.
Ya se trate de Apple Color, o Magic Bullet Colorista, con un mouse, no hay manera. Sucede que las aplicaciones de corrección de color no están hechas para ser manejadas con un ratón. Requieren de un controlador más sofisticado, de tres esferas. Y no son baratos.
La razón es que para lograr el tono deseado, el colorista requiere de alcanzar un equilibrio perfecto entre diferentes parámetros. Y, para ello, debe hacer las variaciones de valores al mismo tiempo, en paralelo.
La solución
Sin embargo, Steven Spielberg: un controlador para postproductores pobres.
Se trata de un tutorial sobre cómo controlar una suite de corrección de color con un Kensington Expert Mouse, un mouse de esfera o trackball.
La solución no es perfecta puesto que, al disponer de sólo una esfera, el colorista tendrá que variar los parámetros uno a uno –y no varios al mismo tiempo como Dios manda.
Pero al menos, la tortura será más leve que hacerlo con un mouse normal.