Siempre la última película de Jim Jarmusch es como un soplo de aire fresco en la usualmente enrarecida atmósfera cinematográfica del momento.
Las primeras películas de Jarmusch fueron, para muchos de mi generación, una de las principales motivaciones para querer hacer cine. Con un estilo que bordeaba lo conceptual y una absoluta economía narrativa y presupuestaria, Jarmusch demostraba que sí se podía hacer buen cine con poco, o casi nada.
Y a casi tres décadas de sus inicios, sigue siendo fiel a sus principios.
The Limits of Control es su último (que no el final) soplo de aire fresco. Su trama transcurre en España y tiene como protagonista a un sicario (interpretado por Isaach de Bankole, cuya parquedad recuerda al Alain Delon de Le Samuraï), de espartanos hábitos, pero de exquisito gusto artístico.
El resto del reparto es clase A: Bill Murray, Tilda Swinton, Gael Garcia Bernal, John Hurt y Paz de la Huerta. Como es costumbre, Jarmusch se hace acompañar de director de fotografía de primera línea. Esta vez, la tarea de capturar el esplendor español corre a cargo del experimentado Chris Doyle.
Jim Jarmusch | Entrevista con The Wall Street Journal Online (en inglés)
