El nombre de Sylvester Stallone entró al mundo del cine por la puerta grande: arrasando en los Oscars de 1976, con Rocky. Después de aquel triunfo, se anotaría otro éxito con su caraterización de John Rambo, un veterano de Vietnam traumatizado por la guerra, que se enfrenta a las autoridades de un pueblito rebosante de rednecks. Aquella cinta titulada First Blood, pronto devendría franquicia exitosa.
Sin embargo, posteriormente la carrera de Stallone sería absorbida por una vorágine de incontables continuaciones y películas consideradas menores. Mientras tanto, la crítica, principalmente de izquierda, atacaba sin piedad a sus dos personajes más célebres y populares, por considerarlos encarnación del sueño americano uno (Rocky) y representacion del belicismo intervencionista e imperialista estadounidense, el otro (Rambo).
Pero tal parece que ha llegado la hora de reexaminar su cine, prejuicios políticos aparte. Para empezar, los organizadores de La Mostra de Venecia, han decidido honrar su carrera y otorgarle el premio Glory to Filmaker, un galardón que antes han recibido Takeshi Kitano, Agnès Varda y Abbas Kiarostami. El premio se otorga a los artistas que hayan dejado su marca en el cine contemporáneo.
Según los organizadores, “Stallone ha demostrado tener una visión original y la determinación de un autor”.
Su cine es capaz de mostrar ternura incluso cuando si está cubierto de sangre. (En Rocky y Rambo), Stallone viaja a través de la luz y las tinieblas del sueño americano, cada uno de sus esos films firmemente asentados en su propio tiempo.
¿Qué dice Stallone de tal honor?
Ser reconocido en el Festival de Venecia es algo que siempre tuve la esperanza de que se hiciera realidad y ahora, cuando realmente ha ocurrido, puedo decir que ha valido la pena la espera.
A mí me ha llegado la hora de revisar algunas e sus películas, particularmente Rambo II, recientemente reinvindicada por The New York Times.
¿A ustedes qué les parece? ¿Es justo el reconocimiento que Venecia le hará a Stallone? ¿Se lo merece?