Se acaba el último día de proyecciones del Festival de Cine Latinoamericano y Caribeño de Margarita y ya es claro cuáles son las favoritas del público y, creo, ya se debe haber decidido cuál es la ganadora de la competencia internacional de óperas primas.
Hay películas venezolanas que han conectado muy bien con el público local. Está Libertador Morales, El Justiciero, de Efterpi Charalambidis, cuya proyección en la carpa –o sala móvil– se transformó en una fiesta: el público aplaudía los besos de los protagonistas, piropeaba con silbidos a Alva Vallvé, actriz principal y reía a carcajadas. Lástima que la buena nota se acabó cuando una falla eléctrica impidió la culminación de la proyección. Los organizadores del festival han prometido repetir la proyección para esta noche, para aquellos que se quedaron con la intriga sobre si el Justiciero logrará salir de prisión.
La otra película que también ha provocado buenos comentarios es Sheila, una casa pa’ Maíta, de Eduardo Barberena. La cinta es quizás una de las pocas películas venezolanas que se ha atrevido a transitar el tema de la homosexualidad en nuestro país y, más allá, el de la reasignación de género (o sexo). Protagonizada por una soberbia Endry Cardeño, esta película ha sido toda una sorpresa para mí, pues trata el tema no sólo con humor y desparpajo, sino con total irreverencia. Es una producción de la Fundación Villa del Cine.
También como acaso era de esperarse, Vinotinto, la película, de Miguel New también logró despertar las simpatías del público margariteño. En lo que a las óperas primas se refiere, he escuchado buenos comentarios sobre Morenita, del mexicano Alan Jonson Gavica. La película narra la historia de un hombre desesperado que termina secuestro a la Virgen de la Guadalupe.
Otra que lamento no haber visto es Súper, de los chilenos Fernanda Aljaro y Felipe del Río: una historia episódica que transcurre toda en un supermercado.
A mí me gusto La Tigra, El Chaco, de los argentino Federico Godfrid y Juan Sasiaín. Una historia modesta, contada con mucha economía de lenguajes, de largos planos fijos, personajes entrañables y una pareja protagónica encantadora.
Mañana, al final de la tarde, se conocerán los ganadores.
