La revista Where the Wild Things Are, la última película de Spike Jonze. Aunque habla de cómo operaban las cabezas y los cuerpos robóticos de los personajes, quizás lo más interesante es cómo resolvieron el problema de los rostros.
Dice Jonze:
Inicialmente, yo pensaba que podíamos resolver los rostros con animatronics. Pero entonces, David Fincher me dijo que era la cosa más estúpida que podía hacer jamás —irme horas y horas al bosque, con un montón de trajes y todos esos motores servo y controles remotos. Nosotros estábamos trabajando en sus oficinas en Hollywood y él nos dejaba notas en la puerta, con un dibujo de una Wild Thing con una flecha que apuntaba al cuerpo y decía “traje” y otra flecha que apuntaba a la cabeza con las siglas CG (animación digital).
Al final, Jonze siguió los consejos de Fincher. Un equipo de animadores creo los modelos digitales de los monstruos y Jonze actuó las escenas para que pudieran crear las expresiones de los personajes en postproducción.
Fincher sabía de lo que hablaba. Él fue el encargado de sacar adelante un proyecto que todos en Hollywood consideraban imposible de realizar: The Curious Case de Benjamin Button, la historia de un hombre que, seguro que todos ustedes saben, nace anciano y rejuvenece a medida que crece. Protagonizada por Brad Pitt, la cinta represnetaba para los animadores un reto también considerado imposible: recrear digitalmente el rostro humano.
¿Cómo lo hicieron? Pues el video que encontrarán a continuación, lo explica en detalle. Es la intervención del gurú de los efectos digitales de Digital Domain, Ed Ulbrich, en el último TED.
Por cierto, ahora muchos de los videos del TED tienen subtítulos en español. No se los pierdan.