Entre hoy y mañana, Avatar comienza a proyectarse en las salas de cine de buena parte del mundo. Buscando información sobre la película, he dado con una serie de mesas redondas que The Hollywood Reporter ha realizado con los personajes clave de las películas que encabezan las nominaciones de este año. Y en este caso, ha reunido a los 6 directores del año 2009 nominados al Oscar.
Acabo de terminar de leer la entrega y no recuerdo otro trabajo periodístico que retrate tan bien la contradicción intrínseca del trabajo del director de cine.
Los entrevistados son al menos cuatro pesos súper pesados del cine mundial y un recién llegado que ha sido considerado la revelación del año. A saber: Kathryn Bigelow (The Hurt Locker), Peter Jackson (The Lovely Bones), Quentin Tarantino (Inglorious Basterds), James Cameron (Avatar), Jason Reitman (Up in the air) y Lee Daniels (Precious).
¿Por qué hablo de que la esencia de la dirección es una contradicción?
Pues, primero, porque los realizadores insisten en la importancia de la intuición como herramienta al dirigir, todos confiesan no tener ni idea de lo que van a hacer, al menos, al llegar al set, aunque lo saben ocultar. Y, finalmente, porque al mismo tiempo afirman de forma tajante que dirigir es saber exactamente lo que se quiere. No hacen storyboards y algunos ni siquiera guión técnico. Se dan su tiempo para buscar y explorar en el set. Se consideran así mismos narradores. Unos, como Cameron, quieren seguir filmando hasta los 80 años. Otros, como Tarantino, quieren retirarse a los 60 y dedicarse a la literatura.
Los 6 directores del año 2009 nominados al Oscar conversan
He aquí unos extractos de la conversación de los 6 directores del año 2009:
Reitman: es una cosa extraña. He estado rodeado de directores toda mi vida. Crecí como el hijo de un director, así que he sido en cierto modo consciente de esto durante mucho tiempo: hay muy pocas personas que entienden cómo dirigir. Es una de las cosas más complejas que existen. Es imposible de explicar. Todos hemos estado en foros y hemos dado entrevistas donde se nos pregunta: “¿por qué hiciste esto? ¿Cómo hiciste eso”.
Preguntas sobre el proceso. Nunca le preguntaría a un músico por qué toca notas. Es una cosa imposible de explicar por qué una escena aquí hace sentir al espectador de esta manera, de modo que cuando llegan aquí se siente de esta otra forma con respecto al todo. No hay una manera de describir por qué una escena es importante o por qué funciona. Queremos que nuestra audiencia sienta de una manera particular y, por ensayo y error, hemos encontrado el camino. Si hago esto y esto y esto, y si tomo miles de decisiones correctas cada día, simplemente sentirá esta sensación al salir del teatro.
Cameron: es simplemente confiar en tus instintos. Yo estaba teniendo esta conversación conmigo mismo sobre el instinto cuando venía en camino. Porque cada realizador dice que es el instinto. Y es el instinto pero formado a través de un proceso extremadamente analítico. Y por lo general lo que sucede es que uno hace un análisis bizantino que conecta con un momento en el que la moneda se voltea… Y eso es instintivo. Pero lo más importante es que una vez que uno ha tomado esa decisión instintiva, no debería tener que justificarla, porque te están pagando para que haga ese filtro. Haz demostrado que lo tienes y te están pagando para que lo apliques.
Peter Jackson no sabe lo que va hacer
Jackson: al comienzo del día, cuando entro al set, pienso “¿qué diablos voy a hacer?” Y entonces se aparezco en el set y digo, lo más decidido que pueda parecer: “ok, traigamos a los actores y pongamos la cámara y bueno, hagamos esto, esto y esto y entoces cambiemos la cámara de lugar unas pocas veces más”. Pero yo estoy desesperadamente tratando de cubrir y ocultar el hecho de que no tengo la menor idea de lo que estoy haciendo.
Pero a medida que avanzo, comienzo a tener un plan y todo comienza a estar ok. Pero hay esos 10 primeros minutos en el set en los que tengo que fingir y no tengo la menor idea de lo que estoy haciendo.
Cameron: es de vital importancia crear un ambiente entre el equipo técnico y los actores que permita la fluidez para encontrar lo que estás buscando. Y ser honesto al respecto. “Muy bien muchachos, yo no sé qué demonios estoy haciendo. Vamos a hacer esto y esto otro, vamos para allá, y eso está ok”. El tiempo es limitado para andar jodiendo por ahí, pero hay que ser honesto sobre el hecho de que uno no sabe exactamente cómo va a trabajar.
Y eso pone la pelota en el campo de los actores. Hay que explorar cosas, aún cuando no se sabe exactamente por qué. Tú eres la única persona en el set que lo puede hacer. Un actor puede ir detrás de algo, pero en realidad va a ser juzgado en última instancia por el editor o por el director. Pero el director es el único que puede captar la esencia e ir tras ella. Que que lo más importante que he encontrado es poder darse la libertad, al menos dentro de esas fronteras, para hacer eso. Para salirse del mapa, para no cumplir con el plan. Es la cosa más difícil de hacer.
Tarantino: el plano secuencia como salvación
Tarantino: una de los momentos más excitantes en un set, pienso, es cuando es tu último día en esa locación, y tú sabes que probablemente vas a necesitar 35 planos para cubrir la acción y al mismo tiempo estás seguro de que no te va a alcanzar el tiempo para hacerlos todos. Y te pasas la noche preocupado y, a medianoche, cuando ya no hay nadie, encuentras la manera de hacerlo en un solo plano.
De modo pues que llegas al día siguiente y dices “Muchachos ¿saben qué? No sólo no vamos a hacer esos 35 planos que todos sabemos que no podemos hacer, sino que va a ser este único plano. Es excitante. Eso es dirigir. El director de fotografía se frikea todo, pero ese es su trabajo.