Apenas ocho minutos le bastaron al gran animador canadiense Norman McLaren para trazar una de las más diabólicas y terribles alegorías sobre la guerra, la naturaleza y la paz.
En Neighbours se vale de la técnica de animación cuadro a cuadro (stop-motion) para darle vida a actores de carne y hueso. Llamó pixillation a la novedosa técnica.
Dos vecinos viven juntos en armonía hasta que un flor crece en la línea divisoria entre sus propiedades. ¿A quién le pertenece? La disputa que sigue desata la violencia y la destrucción. La más famosa de las películas de Norman McLaren popularizó la pixillation como técnica de animación.
El Cortometraje Neighbours de Norman McLaren resultó ganador del Oscar en 1953, curiosamente, en la categoría de cortometraje documental.