Días atrás, cuando publicamos el trailer de Amorcito Corazón, ópera prima de Carmen Roa, hacíamos referencia a un enigmático género (o subgénero): el de la comedia-bolero (por oposición a la comedia romántica).
Hoy, Roa nos ha hecho llegar un texto en el que reflexiona sobre el género en general y sobre la comedia-bolero en particular. Al mismo tiempo, es una meditación sobre su búsqueda como creadora. Interesante lectura:
Amanda Herrera (Elaiza Gil) es una orgullosa reportera de televisión quien considera indignos los actos desesperados de amor. Para ella, los boleros solamente deben existir en las canciones. Pero en las cercanías del Día de los Enamorados Amanda se lleva una gran sorpresa: es abandonada por Felipe (Reinaldo José Pérez), su amante casado, quien por fin va a tener un hijo con sus esposa (Norelys Rodríguez) y quiere darle una nueva oportunidad a su matrimonio. Amanda tiene que aceptar que por primera vez está enamorada. En la búsqueda de este amor, un verdadero y loco bolero la espera, gracias al cual comprende que los actos desesperados de amor no son indignos, son humanos.
A través de esta historia, “Amorcito Corazón” nos habla de la necesidad de contactarnos con la fuerza poderosa de los sentimientos para tomar conciencia de nuestras heridas emocionales y sanar. En otras palabras, nos habla del amor como un medio para autoconocerse y crecer.
Esta es una de las razones de mi interés en la comedia romántica. A decir del especialista en guión Michael Haugue, las buenas comedias románticas “ofrecen la posibilidad de explorar niveles profundos de conflictos internos, desarrollo de personalidad y tema (…) Y mientras que las películas de acción, las de misterio y ciencia ficción muestran cantidad de valentía física, las comedias románticas fuerzan a sus héroes a desarrollar la valentía emocional necesaria para exponer sus temores más escondidos y sus debilidades. (…) Sólo enfrentándose a la verdad sobre sí mismos serán capaces de crecer y cambiar”.
Sin embargo, en mis historias siempre me ha interesado explorar cómo estos niveles profundos de conflictos internos son motorizados, no por el amor correspondido, sino por el amor imposible. Por la ilusión del amor. Me interesa explorar lo que esta ilusión vuelve capaces de hacer a los seres humanos. “Amorcito Corazón” me brindó la oportunidad perfecta para trabajar estos intereses.A diferencia de la comedia romántica tradicional, cuya estructura se basa en las pruebas que sufre el amor de la pareja protagónica para que finalmente ésta acepte su destino de estar juntos, en “Amorcito Corazón” no hay pruebas para el amor compartido sino pruebas para la protagonista, Amanda, basadas en todo lo que el amor imposible hace aflorar en ella. Pero dada la importancia del crecimiento interno de la protagonista, “Amorcito Corazón” es también un viaje de madurez. A diferencia de la comedia romántica tradicional, en donde el proceso amoroso entre los protagonistas es la finalidad de la narración, en “Amorcito Corazón” el amor de Amanda por Felipe en vez de un fin en sí mismo es un medio para un fin más alto: aprender que ser humano no es ser indigno.
Es el proceso interior de la protagonista – motivado por el amor no correspondido – la finalidad última de esta narración: Amanda logra por fin ser una adulta emocionalmente, al confrontar sus miedos más profundos con respecto al amor. Como en todo viaje de madurez, el protagonista debe enfrentar algún tipo de “dolor de crecimiento” para convertirse en un ser humano más completo. En “Amorcito Corazón” hay, entonces, risas y amor pero también hay miedo emocional y tristeza. Es decir, “Amorcito Corazón” es una comedia romántica con un componente de drama mayor que lo usual en este género. En realidad, como tantas películas en los últimos años, es una historia de género mixto: una comedia romántica-dramática. Y como lo que impulsa el drama de esta comedia romántica no es otra cosa que el despecho, yo me he permitido afirmar que “Amorcito Corazón” es más que una comedia romántica. Es una comedia romántica de despecho. Una comedia bolero. Muy caribe. Muy al estilo de nosotros. Muy nuestra.
Mi apuesta es explorar emociones y significados a través de historias sencillas, humanas y bien actuadas. Ojalá que con “Amorcito Corazón” haya conseguido, al menos, aproximarme a ello.
Amorcito corazón será estrenada el próximo 12 de febrero, 14 de febrero, Día de los Enamorados, de 2010.