Dan Woolly se encontraba realizando un documental sobre la pobreza en Haití cuando le sorprendió el terremoto que arrasó Puerto Príncipe. El hotel en el que se encontraba se vino abajo y quedó sepultado bajo los escombros, en el lobby.
Malherido, sólo tenía a mano su iPhone y una cámara fotográfica. Una aplicación del iPhone dedicada a los primeros auxilios le ayudó a tratarse las heridas, la fractura en su pierna y el corte en su cabeza. Así mismo, le advirtió sobre el peligro de caer en estado de shock si se quedaba dormido, de modo que programó la alarma del teléfono para que sonase cada 20 minutos. Por otro lado, usó su cámara a modo de linterna para buscar la salida o un sitio seguro y guiarse en la oscuridad con las fotografías que iba tomando.
Acurrucado en el hueco de un ascensor y con las heridas de su pierna y cabeza vendadas, Woolly escribió notas de despedida para su mujer y sus hijos.
Quería sobrevivir pero yo sabía que eso no era algo que podía controlar. Así que decidí que, si tenía que irme, debía dejar algunas notas para ellos.
En su libreta, escribió:
Estuve en un gran accidente. No se molesten con Dios. Él siempre vela por sus hijos, incluso en tiempos duro. Yo aún estoy rezando para que Dios me saque de aquí, pero quizás Él no lo haga. Pero Él siempre los cuidará.
Sin embargo, fue rescatado con vida al cabo de 65 horas.
Vía | Today