Recuerdo que, hace poco más de 20 años, Predator me tomó completamente por sorpresa. Fue una experiencia única porque había entrado al cine creyendo que iba a ver otra cinta de acción anticomunista, de las que estaban de moda en la oscura era de Reagan. Espera ver una película de comandos, marines, todos muy machos, que iban a América Central a tumbar el gobierno de alguna republiquita bananera, gobernada por algún dictador de nombre latino y acento de Los Ángeles.
Efectivamente, así comenzó la cosa. Sin mayores sorpresas. Pero lo que parecía la típica película protagonizada por Arnold Schwarzenegger se fue transformando en otra cosa. Poco a poco aquellos tipos duros llenos de músculos y armas, pasaron de ser cazadores a presas y a tener que enfrentarse, sin mucha suerte, a algo peor que ellos. Más sanguinario, más mortífero. Con más músculos y armas más letales.
Y lo mejor es que todos en las butacas fuimos descubriendo el asunto con ellos, compartiendo su sorpresa, su incredulidad, sus miedos, su terror, su angustia. ¿Pero qué coño es lo que está matando a esta gente? Era la pregunta que todos en el público nos hacíamos.
Estuvo genial.
Ahora, 23 años después, llega una nueva versión de aquella gema de la ciencia ficción y el cine bélico. A diferencia de la desafortunada continuación, Predators 2, y de la más desafortunada aún Aliens Vs. Predators, la nueva cinta parece retomar el espíritu y la trama de la original. Está producida por Elizabeth Avellán y presentada por Robert Rodríguez. Y, a juzgar por su trailer, la cosa promete ser tan divertida como aquella experiencia de la que todos guardamos tan gratos recuerdos. Además, Danny Trejo interpreta a uno de los comandos. ¿Alguien es capaz de perderse una película en la que aparece Danny Trejo?
PD.: Acabo de advertir que Shane Black interpretaba el papel de Hawkins en la cinta original.
PD. #2: Se estrena el 23 de julio próximo en Venezuela.
