Tal y como estaban las cosas, no me hubiese importado sorprender a mi mujer con otro hombre en la cama. Palabra. Todo lo contrario. Habría sido la solución ideal. La excusa perfecta para dejarla.
Así comienza su relato el innombrado protagonista de Spaghetti Western, una incursión en la obesidad; un cuento que escribí hace unos cuantos años y que en su momento recibiera una mención de honor en el 53ero. concurso de cuentos del diario El Nacional, en 1998.
Con esa frase, nuestro personaje inicia una verdadera aventura gástrica para hacer de sí mismo un hombre mórbidamente obeso y provocar la ruptura con su mujer. En su odisea recibirá la ayuda de un japonés, ex luchador de sumo y legendaria figura de los concursos clandestinos de ingesta alimenticia. Se trata de un relato de humor negro escrito a la manera de un Spaghetti Western, con numerosas alusiones a la cultura pop y unas cuantas a la gastronomía popular venezolana.
Durante buena parte de la pasada década, entre mudanza y mudanza, entre corto y corto, entre tigre y tigre, escribí un cuento tras otro. Ninguno fue publicado y todos han reposado intactos e inéditos en mi disco duro. Publicar un libro me parecía una empresa mucho más utópica que hacer una película.
De todas formas, pensaba que acaso no existía entonces una editorial venezolana que pudiera estar interesada en relatos de obesos, de zombies, de hombres-lobo, concursos de belleza, psicópatas de clase media, caníbales enamorados, retorcidas presentadoras de talk shows o reporteros de crónica roja con un gusto por lo sobrenatural. Cuentos desechables para leer tumbado bajo el sol, al borde de una piscina, y olvidarlos enseguida. Relatos para manchar con bronceador.
Pero resulta que ahora hay tantas y tan fáciles opciones de autopublicación que es una verdadera lástima que los relatos sigan cogiendo polvo en el disco duro.
Spaghetti Western ha sido el primero. A la hora de publicarlo, he querido seguir el ejemplo del guionista John August y su relato The Variant.
Spaghetti Western tiene 6 mil 514 palabras (unos 38 mil 748 caracteres), el equivalente a unas 20 páginas. También le he puesto el precio de .99 centavos de dólar. El precio, según August, de “la unidad de cultura del entretenimiento, que se disfruta, pero que no cambiará tu vida”. Como hace notar el guionista, .99 es el precio de la mayoría de los juegos para el iPhone y las canciones de la tienda iTunes. Y una canción es a un album, lo que un cuento a un libro (de relatos).
Por ahora, Spaghetti Western está disponible para el lector de libros electrónicos Kindle, de Amazon. Si no tienes uno, no te preocupes: descargando e instalando el programa adecuado puedes leer Spaghetti Western en tu PC, en tu Mac, en tu iPhone, tu iPad o tu Blackberry (¿qué???? ¿Que eres venezolano y no tienes Blackberry??????). Sigue las instrucciones a continuación:
Para leer en un iPhone/iPod Touch/iPad:
- Descarga la aplicación Kindle para iPhone/iPod Touch/iPad
- Instala la aplicación en tu dispositivo
- Busca en tu aplicación, Spaghetti Western
Para leer en un Blackberry:
- Descarga la aplicación Kindle para Blackberry
- Instala la aplicación en tu dispositivo
- Busca en tu aplicación, Spaghetti Western
Para leer en tu PC o Mac:
- Descarga la aplicación Kindle para PC o Mac
- Instala la aplicación en tu computadora
- Busca en tu aplicación, Spaghetti Western
- Disfruta
Entonces, ¿te queda algo del cupo de CADIVI? ¿Lo compras? Mira que @inti ya lo compró.
Y sí, por favor, disculpen el enorme off topic y el post de autopromoción descarada.
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