El Infierno de Luis Estrada es una de esas películas que no deja a nadie indiferente. En México es odiada y amada a partes iguales. Para algunos, una cinta valiente que toca temas que pocos se atreven a tocar y se arriesga a hacer críticas que pocas películas se arriesgarían a hacer.
Por otro lado, hay quienes piensan que la película del mexicano es una suerte de colección de clichés de noticieros amarillistas, que no muestra nada que no haya mostrado la TV mexicana. Es una de esas raras películas que polariza las opiniones, casi tanto como su espinoso tema central —el narco (nada más hay que leer los comentarios del Blog del Narco para darse cuenta de que no todo es blanco y negro en este asunto).
Y es que en su visión de tenebrosos tintes del México actual —ojo: estamos hablando de una comedia de tintes negrísimos—; El Infierno no deja títere con cabeza: ni el gobierno y su guerra ni el narco; ni la iglesia católica ni los cuerpos policiales se salvan. Ni siquiera el ciudadano común y corriente. El Infierno de Luis Estrada es el infierno de la complicidad y la avaricia.
Realizada con una partida presupuestaria estatal para celebrar el Bicentenario de la Independencia de México, una de las críticas que más se le hacen a El Infierno de Luis Estrada es su supuesta impostura al atacar al gobierno y, al mismo tiempo, aceptar su financiamiento). Precisamente, esa misma pregunta se la formulan a Estrada en una entrevista con El Fanzine.
El Infierno de Luis Estrada, polémica
¿No es una contradicción hacer un crítica a un gobierno aceptando el dinero de ese gobierno?
A continuación, la respuesta de Estrada:
Qué bueno que toquen ese punto, porque cuando te hablaba de de esa polarización y de este maravilloso fenómeno que estoy viviendo a través de las redes sociales, lo que creo es que justamente parte de esta tutela educativa es que nunca nos explicaron bien los matices semánticos que hay entre Gobierno y Estado.
Y creo que, efectivamente, la respuesta sería que el gobierno no me dio dinero, el gobierno no me lo dio, me lo dio el Estado mexicano que tiene la obligación de oírnos a todos, a los que estamos a favor y a los que estamos en contra, porque creo que de alguna manera a veces tenemos la percepción de esta visión patrimonialista que los que están en el gobierno son los dueños de la patria y le tengo una muy mala noticia a la persona que me puso la pregunta, este no es dinero del gobierno, es dinero de ella, y tuyo, tuyo, tuyo, de todos ustedes, con el que se hizo la película.
La referencia a las redes sociales viene a cuanto porque Estrada prácticamente abre la entrevista con una reflexión sobre cómo la hiperconexión actual está cambiando el cine:
Creo que está cambiando mucho la manera de percibir no solamente el cine, sino en general las artes, las formas de expresión. Esta posibilidad que tienes ahora de retroalimentación a través de las redes sociales es un fenómeno vertiginoso. De alguna manera, antes tenías que esperar a que se publicaran las reseñas y, sobre todo, quienes tenían acceso a poder dar su punto de vista a través del medio escrito o electrónico les tomaba tiempo y era una elite muy cerrada. Ahora, a través de estos nuevos sistemas, a través de la red del Twitter, el Facebook y todo, percibes con mucha claridad, cómo la gente toma tu trabajo y tu opinión.
Protagonizada por Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Elizabeth Cervantes, María Rojo y Ernesto Gómez Cruz; El Infierno se ha convertido en una de las películas mexicanas más taquilleras de la década. Es la representante de México a los premios Goya de la Academia de Cine Española.