Cada vez que debo explicar la diferencia entre conflicto, puntos de giro, motivaciones, y objetivos de los personajes, trama y tema —todos elementos del drama y, por supuesto, de la escritura de guiones—; uso como ejemplo The Getaway, La Huida. Una película que, en sí misma, es razón más que suficiente para comprarse un Blu Ray.
Clásica cinta de acción y película de carretera, protagonizada por Steve McQueen y Ali MacGraw, dirigida por Sam Peckinpah y escrita por Walter Hill, sobre la novela de Jim Thompson. Como decimos de este lado del mundo, un trabuco.
The Gateway, el conflicto
Atención: puede que a continuación revele algunos detalles importantes de la trama del film. Por otro lado, es imperdonable que no la hayan visto aún.
Después de unos excelentes títulos iniciales, que sirven para presentar a los personajes, la trama se inicia cuando Don McCoy (McQueen) es, para su sorpresa, liberado de prisión bajo palabra.
Pronto la trama será lanzada en una nueva dirección por un punto de giro: su liberación no es gratis, pues Jack Benyon, el corrupto y bien conectado jefe de la prisión, le obligará a planear y ejecutar el robo de un banco.
Comienza entonces a dibujarse el conflicto de McCoy: robo o libertad. Tiene unos objetivos iniciales claros, aunque contradictorios: robar el banco y salir en libertad . Pero se le presenta un primer obstáculo que complica la resolución de su conflicto y aleja sus objetivos: no podrá contar con su gente de confianza para el robo, sino con la del jefe de la prisión. Y McCoy no confía en ellos. La trama avanzará de acuerdo a las decisiones que McCoy tome para resolver su conflicto.
The Gateway, into de giro y trama
Y, en un buen drama, estas decisiones serán siempre las equivocadas: en vez de resolver su conflicto, deberán complicarlo más.
Más adelante, en otro punto de giro de la trama, el conflicto de Don McCoy se hace más profundo, personal, íntimo: descubre Carol (McGraw), su hermosa esposa se ha acostado con Benyon a cambio de su libertad.
Se trata de un gran conflicto que expresa el verdadero tema de la película: las relaciones de pareja. Amor, lealtad y traición expresados de forma contradictoria, conflictiva, dialéctica. Pues Carol ha sido desleal a Don precisamente porque lo ama y lo quiere libre.
El conflicto, ya personal e íntimo, corroerá el alma de McCoy buena parte de la trama. Aunque la ama, ya no confía en ella.
Por otra parte, se hace evidente la aparente motivación de Benyon al liberar a McCoy no es sólo material (el robo), sino también personal. Después de aquella revolcada con Carol, ha quedado completa y absolutamente enamorado de ella.
¿Y quién no se enamoraría perdidamente de Ali McGraw? Si no, pregúntenle a McQueen y a Robert Evans quienes protagonizaron una historia similar en la vida real mientras se filmaba la cinta. Pero eso es material para otro post.
Héroes y villanos, idénticas motivaciones
El héroe (McCoy) y el villano (Benyon) de este drama, al final, resulta que tienen las mismas motivaciones: su amor por la enloquecedora y bronceada Carol.
Thompson primero, quien hizo los borradores iniciales del guión, y después Hill complican aún más la trama no sólo para hacer avanzar la acción, sino para seguir expresando el tema del film dialécticamente.
Rudy, uno de los hombres de Benyon, y quien persigue a Don en su huida después de que el robo del banco saliera mal, secuestra a una pareja. Un veterinario y su esposa (por alguna extraña razón, el detalle de la profesión del secuestrado se me quedó grabado en la mente).
McQueen besa los dedos de MacGraw con la familiaridad de un viejo marido. Un pequeño detalle que no sólo muestra su grandeza como actor, sino que delata su naturaleza de hábil seductor
A punta de pistola Rudy obliga a Harold, el aterrado veterinario, a conducir el vehículo e ir tras McCoy. Fran, su mujer, decepcionada ante la actitud pusilánime de su marido, comienza una relación con el masculino y violento Rudy, su secuestrador. En una de las secuencias más incómodas de ver de la historia del cine, Fran y Rudy
hacen el amor en la habitación de un motel, mientras Harold, el veterinario, permanece atado en una silla, ante la cama donde se derrumba su hasta entonces feliz matrimonio.
Vemos así, otro ángulo del tema (las relaciones de pareja), expresado de forma dialéctica, dinámica, a través del conflicto.
El conflicto personal de McCoy dispara los mecanismos de empatía de los espectadores.
El verdadero interés
Lo que nos mantiene pegados a las butacas y con nuestros ojos fijos en la pantalla, no son sólo las balaceras, las persecusiones y las extraordinarias piruetas automovilísticas de esta cinta, sino quizás una pregunta esencial: ¿qué haríamos nosotros en el lugar de Don? ¿Perdonar a Carol? ¿Abandonarla? ¿Perdonaría una traición cuya motivación fuera el amor? ¿Y qué haríamos en el lugar de Harold? ¿O en el de Carol?
Preguntas tan esenciales como íntimas y cercanas a la experiencia personal de los espectadores comunes y corrientes. Todos hemos sido traicionados alguna vez en al vida, hemos perdonado o condenado traiciones. También hemos traicionado. Y todos tuvimos razones para hacerlo. El conflicto, al expresar un tema a la vez íntimo y universal, puede ser entendido y experimentado por toda clase de espectadores.
The Getaway | Trailer
Tema, trama, conflicto y personajes no pueden verse de forma separada o en estancos independientes. Es un continuum: no hay una frontera donde termina uno y comienza el otro. Un conflicto expresa el tema, pero también determina al personaje y viceversa. El conflicto (o su resolución) es el agente catalizador de la trama. El conflicto es el motor del drama, el combustible que hace avanzar la historia.
He escrito este post como introducción a otro artículo, relacionado con la muerte del conflicto y el final del drama en cierto cine hollywoodense de reciente data. Trataré de publicarlo mañana o el lunes.