Ahora saliendo un poco de la temporada de premios que cerró con los famosos Oscars, compartiré una serie de entregas en las que expondré esas cosas que siempre quedan irritando a más de uno, en especial a los cinéfilos que, por más que critiquemos estos premios, no los dejamos de seguir.
Algunos podrán estar de acuerdo o no con esta lista, o pueden tener la suya igualmente.
Hay años donde la competencia ha sido reñida, han habido varios favoritos en la misma categoría y los premios parecen ser justos, pero también hay años donde alguien sobresale y la Academia decide dejarlo de lado por cualquiera de las razones que sean. También están los que ganaron y no te explicas cómo le ganó a otros nominados que parecían ser mejores candidatos. Algunos ejemplos:
Al Pacino ganó con Scent of a Woman (Brest, 1993), esa película que vimos infinitas veces pasar un domingo en la televisión local bajo el nombre de Perfume de Mujer. Es una buena película, pero Pacino perdió la estatuilla con películas como Dog Day Afternoon (1975), The Godfather I y II (1972 y 1974 respectivamente) de Coppola, etc, películas donde su actuación es más memorable. En el 93 competía con Denzel Washington en Malcom X de Spike Lee, Clint Eastwood actuando y dirigiendo en Unforgiven y el maravilloso Robert Downey Jr Chaplin de Attenborough. De hecho, después del 93 no han nominado más a este renombrado actor.
A Rod Steiger le debieron dar el premio por The Pawnbroker (1964) de Sidney Lumet. Sin embargo, se lo otorgaron en el 1967 por In The Heat of The Night de Norman Jewison. No es que sea mala película, pero la Academia, pagando esta deuda, si se puede decir, dejó de lado ese año al Dustin Hoffman de The Graduate y el Warren Beatty de Bonnie and Clyde
Paul Newman lo debió recibir en cualquiera de las 6 nominaciones que llevaba hasta el año 86 por interpretaciones en pelis como Cool Hand Luke (1967), The Hustler (1961) o The Verdict (1982), sin embargo, ese año no gana sino que recibe un Honorario “En reconocimiento a sus muchas y memorables y convincentes interpretaciones en pantalla“. Finalmente gana el siguiente año con The Color of Money (1987) de Scorsese, ceremonia a la que ni siquiera asistió y que no es su más memorable actuación.
En éste muchos pueden estar en desacuerdo, pero en el 99 perdió el Edward Norton de American History X contra el Roberto Benigni en La Vida es Bella que cuando ganó Mejor Actor dijo incluso que se trataba de un error bromeando y diciendo que todo su inglés lo habia agotado en su gran celebración cuando ganó Mejor Película Extranjera.
En el año 1969 Carol Reed ganó el Oscar a Mejor Director por Oliver!, un musical para la familia y libre adaptación del Oliver Twist de Dickens. Ese mismo año competían junto a él Stanley Kubrick por 2001: A Space Odyssey y Gillo Pontecorvo con La Battaglia di Algeri. Años antes Reed estuvo nominado por joyas como The Third Man (1949) y The Fallen Idol (1948) películas muy superiores en su historia como director. En el 77 estuvieron algunos de los nombres a Mejor Director eran Sidney Lumet por Network, e Ingmar Bergman por Cara a Cara, y sin embargo se alzó ganador John G. Avildsen (¿les suena?) por Rocky, quien aparte de este éxito del drama deportivo lo único sobresaliente que dirigió fue la trilogía de Karate Kid.
El peor para mí sigue siendo el de Martin Scorsesse. Lo dejaron por fuera del Oscar con películas como Raging Bull (1980), Goodfellas (1990) contra Danza con Lobos…, y por Taxi Driver (1976) ni siquiera lo nominaron, y pagaron la deuda dándoselo en el 2007 por The Departed, un remake de una película de Hong Kong, donde a mí parecer la original es mejor.
Y bueno, las metidas de pata de los Oscars siguen y siguen y continuaré la catarsis en las próximas entregas con Las peores películas ganadoras del Oscar y Los que se quedaron sin Oscar.