Cuando los agentes policiales interrogaron a Morgan Geyser y Anissa Weier, ambas de 12 años, sobre los motivos que le llevaron a apuñalar a Payton “Bella” Leutner, la mejor amiga de ambas, las dos niñas mencionaron un nombre: Slender Man.
Slender Man, también conocido como Slenderman, comenzó como un creppypasta en el foro del website Something Awful.
Slender Man, creppypasta
Dice la Wikipedia:
Los creepypastas son historias cortas de horror recogidas y compartidas a través del Internet con la intención de asustar o inquietar al lector. El nombre proviene de la jerga de Internet «copypaste», que se refiere al texto que ha sido copiado y pegado por los usuarios en los foros de discusión en múltiples ocasiones. Son parecidas a las leyendas urbanas, aunque no siempre tienden a tomar la forma de texto escrito o narración, algunos creepypastas vienen en forma de imágenes, videos o videojuegos, supuestamente encantados.
La misma página explica brevemente el creppypasta de Slender Man:
Slender Man (Wikipedia), cuyo nombre se traduce al español como el “Hombre Delgado”, es una entidad sobrenatural que generalmente se describe como un hombre alto y sin rostro en un traje de negocios con las piernas muy largas y tentáculos extremadamente largos, saliendo de su espalda. Las creepypastas Slender Man por lo general involucran historias sobre gente que está hipnotizada y atemorizados por Slender Man. Aunque sus orígenes comenzaron en el foro “Something Awful” en 2009, las creepypastas acerca del Hombre Delgado se han extendido en Internet a través de documentales falsos en YouTube, videojuegos y eventualmente en los medios de comunicación.
En su nacimiento, Slender Man se hizo viral por dos inquietantes que fotografías. Ambas aparecieron en línea en el verano del 2009. Y enseguida despertaron la imaginación de los internautas.
Slender Man, orígenes
Ambas imágenes habían sido creadas digitalmente por un usuario que se identificaba con el apodo de Victor Surge. Su nombre real era Eric Knudsen; un maestro de escuela primera, de 30 años de edad.
Surge había alterado ambas fotografías para participar en un hilo de discusión del foro, que proponía el juego de crear imágenes paranormales para hacerlas pasar por reales. Sobre todo, en otros foros dedicados a fenomenos paranormales. En el fondo, no era más que simple trolleo.
Para hacer pasar las imágenes por reales, Surge utilizó marcas de agua y sellos de bibliotecas y archivos. Según el cuento original, los autores de las imágenes habían fallecido. Y los niños retratados, desaparecidos.
Lo describían como insólitamente alto (3 metros y medio), delgado (slender), de largos brazos tentaculares, retráctiles. Y rostro sin facciones, desdibujado, vacío. De su espalda, podían emergen largos tentáculos. Supuestamente, Slender Man se dedicaba a atraer niños para llevárselos al otro mundo.
Internet se encargó del resto. Falsos testimonios de alistamientos y encuentros. Más imágenes trucadas. Series de videos. Juegos de rol. De realidad alternativa. Abundante fan fiction. Pronto, Slender Man estuvo en todos lados, desdibujando la frontera entre lo real y la ficción. Al punto, de provocar el brutal acuchillamiendo de Payton ‘Bella’ Leutner, de apenas 12 años.
El “Slender-verso” de Morgan y Anissa
La mañana del 5 de marzo del 2014, Morgan, Anissa y Bella se adentraron en un bosque cercano a sus casas, en Waukesha, Wisconsin. Querían jugar a las escondidas. Al menos, era lo que Bella pensaba.
Porque Morgan y Anissa tenían otras intenciones.
Al salir de la casa, Morgan se había abierto la chaqueta para mostrarle a su amiga el enorme cuchillo que había tomado de la cocina.
Lo habían hablado en muchas ocasiones. La idea era matar a Bella y adentrarse en el bosque para encontrarse con Slender Man. Se habían apertrechado con barras de granola y botellas de agua.
Ambas, Morgan y Anissa, solitarias, víctimas de bullying y de familias deshechas, durante meses habían creado un mundo de fantasía y horror en torno a la figura del personaje de creppypasta más famoso. Era un universo privado, una realidad alterna que les permitía escapar de sus problemas reales. Su slender-verso.
Morgan y Anissa aseguraban haber visto en varias oportunidades a Slender Man. O a “Slendy”, como lo llamaban cariñosamente. Sobre las bases de ese mundo fantástico y surreal habían cimentado su estrecha amistad. A diferencia de una personal normal y sana. Morgan y Alissa no podía discernir entre la realidad y la ficción en la que vivían.
“Slender Man puede matar a mi familia si no lo hago“
Ambas creían firmemente en que se se había convertido en agentes o representantes de Slender Man y necesitaban matar a Bella para ser dignas de él. Según Anissa, Morgan se lo había dicho. Así se lo explicó a la policía.
Anissa: “Dije: ‘OK, ¿cómo hacemos eso?’ Y ella dijo:” Tenemos que matar a Bella “.
Detective: “OK. ¿Y sabes por qué dijo eso?
Anissa: “Porque supuestamente debíamos demostrar que somos dignos de Slender”.
Detective: “¿Y qué piensas de esto?”
Anissa: “Me sorprendió, pero también me entusiasmó un poco, porque quería pruebas de que él existía… Así que decidí seguirla y acompañarla para demostrar que los escépticos estaban equivocados”.
Detective: “¿Entonces pensaste que en realidad tenías que matar a alguien para hacerlo?”
Anissa: “Sí”.
Detective: “¿Es decir, de verdad?”
Anissa: “Mm-hmm”.
Detective: “Cuando Morgan te dijo: ‘Si no hacemos esto por Slender, nuestras familias y seres queridos serán asesinados’ ¿honestamente crees eso?”
Anissa: “Bueno, sí. Él puede matar fácilmente a toda mi familia en tres segundos”.
Lo creía. De verdad que sí. Esa misma mañana, tras cometer el crimen, las niñas creyeron ver al monstruo. Allá, a lo lejos. En el bosque. Entre la bruma.
En el bosque
No bien habían entrado al bosque, y a una señal de Anissa, Morgan sacó el cuchillo y comenzó a apuñalar a Bella. Repetidamente. Sin descanso. 19 veces. Luego, la obligaron a apartarse del sendero e internarse en el bosque, tambaleante y sangrante. Bella gritaba que no podía respirar ni ver. Sus amiguitas hicieron caso omiso. La obligaron a acostarse y le ordenaron que esperara allí. Que ellas irían a buscar ayuda. Pero no lo hicieron.
Detective: ¿Entonces [Bella] estaba gritando?
Anissa: Mm-hmm. Y luego, um, después, para tratar de mantenerla callada, le dije: “Siéntate, acuéstate, deja de gritar, perderás la sangre más lentamente”. Y ella trató de quejarse de que no podía respirar y de que no podía ver.
Detective: ¿Entonces ella comenzó a gritar: “Te odio, confié en ti”?
Anissa: Mm-hmm.
Detective: ¿Ella se levantó?
Anissa: Sí. Se levantó e intentó caminar hacia la calle … Se dirigió al otro lado de Big Ben Road.
Detective: ¿Entonces ella trató de caminar hacia la calle y qué pasó?
Anissa: Y luego se desplomó y dijo que no podía ver y que no podía respirar y que tampoco podía caminar. Entonces, Morgan y yo, en cierto modo, la alejamos de la carretera y le dijimos que su casa estaba en esa dirección, y nos adentrábamos más en el área de los bosques.
Detective: Entonces ella se cayó y dijo que no podía respirar ni ver.
Anissa: Mm-hmm. O caminar.
Detective: O caminar. Y tú le dijiste que …
Anissa: “Acuéstate y cállate: perderás la sangre más lentamente”. Y que íbamos a buscar ayuda.
Detective: Pero realmente no iban a buscar ayuda, ¿verdad?
anissa: Mm, no.
Todo lo contrario. Se internaron más en el bosque, convencidas de que encontrarían la casa de Slender Man. Y de que él, les daría una cálida bienvenida.
Esquizofrenia y folie à deux
Fueron detenidas 5 horas después, mientras descansaban de la caminata, por dos agentes policiales. Alegaron haber sido forzadas a asesinar a su mejor amiga. Aún no sabían que Bella, contra todo pronóstico, había sobrevivido.
Durante los interrogatorios, y en las audiencias posteriores, se hizo patente que las niñas no tenían la menor idea de lo que estaban haciendo. Tal era su desconexión con la realidad. No tenían conciencia de la gravedad de sus actos. De su extrema violencia. Ni de las terribles consecuencias que podría acarrearles.
La alienciación era más notoria en el caso de Morgan. Dada a alucinaciones y delirios, fue diagnósticada con esquizofrenia. Una rareza a su corta edad. La dolencia estaba en sus etapas iniciales. Y era herencia de su padre.
A Anissa se le diagnosticó Folie à deux, o delirio o psicosis compartida. Una condición inducida por su estrecha relación con Morgan. (Hace poco, en este blog, reseñamos A Gray State, un documental que incluye un caso de Folie à deux. Hace algún tiempo también hicimos referencia a otro caso célebre de delirio compartido).
Desde entonces, ambas están internadas en instituciones psiquiátricas. Anissa se declaró culpable de homicidio en segundo grado y fue condenada a permanecer recluida en un psiquiátrico al menos por 25 años. Morgan recibe tratamiento por su esquizofrenia y su confinamiento será de 40 años. Al principio y por un buen tiempo siguió manteniendo largas conversaciones con Slender Man en su celda.
Slenderman, la película y la polémica
La semana pasada, no bien se estrenó el primer trailer del film, la polémica tomó las páginas de las publicaciones especializadas. En una conversación The Hollywood Reporter, Bill Weier, padre de Anissa, acusó a Sony de tratar de capitalizar la tragedia
Es absurso que decidieran hacer una película como esta. Popularizar una tragedia. Eso es lo que están haciendo. No me sorprende. Pero en mi opinión esto es extremadamente de mal gusto. Todo lo que estamos haciendo es extender el dolor de las tres familias que han tenido que pasar por todo esto.