Como sucede con la distribución, promocionar tu película es una asunto que debería comenzar a gestarse desde la escritura del guión. Así como te cuestionas si tu idea es lo suficientemente atractiva para atraer productores que financien el proceso de realización, también deberías preguntarte si lo será para los distribuidores y el público. ¿Llevará a los espectadores a las salas? ¿Atraerá la atención de la prensa? ¿Es lo suficientemente universal como para ser entendida más allá de las fronteras de tu pueblo, ciudad, país?
Recuerda que el cine es una industria trasnacional. Sobre todo ahora, cuando las plataformas de streaming y las redes sociales tiene alcances globales. ¿Cómo puedes determinar si la idea y el tema de tu película tienen potencial promocional? Primero, piensa si toca uno de esos nervios expuestos de la sociedad contemporánea, un conflicto no resuelto en el mundo actual. Uno de esos grandes temas que permanecen inalterables a pesar del paso del tiempo: el problema de la inmigración, la violencia machista, la división o los problemas de clases, la incomunicación familiar, el racismo y la xenofobia. Son temas que nunca dejan de generar interés.
Pero, ¿son noticiosos?
Promocionar tu película, la prensa
El trabajo de la prensa no es promocionar tu película, sino informar. Registrar, procesar y comunicar noticias a una gran audiencia. Si quieres centimetraje necesitas que tu película sea noticiosa. Si lo logras, obtendrás promoción gratis en abundancia. No se trata de que la película se convierta en noticia, como esos falsos escándalos que algunos productores tratan de provocar para llamar la atención. Evita ese tipo de triquiñuelas baratas, te pueden salir muy caras.
Lo que atrae a la presa es un tema noticioso. Si eres un lector de noticias sabrás que hay temas que se repiten en los medios, una y otra vez, sin llegar a agotarse. Son los temas noticiosos que venden diarios, revistas, aumentan el rating de los informativos o producen clics. Son “temas del momento”, pero que no terminan de desactualizarse del todo. En la mayoría de los casos resultan atractivos visualmente, lo que favorecerá tu película.
Estos temas noticiosos muchas veces identifican tu país ante las audiencias internacionales. En es el caso de Venezuela y su afición a los concursos de belleza femeninos. Sí, al sentarme a escribir 3 Bellezas, yo sabía que tendría al menos una mínima exposición en la prensa. Tuve más de la que pensaba, con entrevistas y reportajes en medios internacionales, como BBC, The Hollywood Reporter, o CNN, entre muchos otros. ¿Cómo encontrar una idea o un tema noticioso para tu película? Una buena tetra es tratar de identificar los aspectos de tu país que llaman la atención de los corresponsales de las agencias internacionales de noticias, por ejemplo.
En el caso de 3 Bellezas, el tema universal era la necesidad de ciertos padres de realizar sus sueños vicariamente a través de sus hijos, aún en contra de su voluntad. Yo hubiera podido contar esa misma historia en el mundo del deporte, como el beisbol o el futbol. En Venezuela o en Argentina. O ambientarla a principios del siglo pasado, cuando los padres anhelaban tener un abogado, un médico y un sacerdote en la familia. No importaba donde ni cuándo trancurriera mi historia, seguiría siendo la misma y sería entendida en todos lados. Pero escogí el mundo de los concursos de bellezas venezolanos porque sabía que atraería la atención no sólo de los espectadores, sino también de la prensa.
Cómo hablarle al publico y a la prensa sobre tu película
Un tema noticioso y universal también te asegura una buena conversación con reporteros, en ruedas de prensa y en las sesiones de preguntas y respuestas con el público, después de la proyección de tu película en festivales de cine. Si la idea y el tema son lo suficientemente universales, atemporales y noticiosos, tendrás casi asegurada una discusión amena. Y hasta polémica. Saca a relucir esa idea y ese tema en entrevistas y en conversaciones con el publico. Trata de crear un debate sobre el film. Si haces algún chiste, mejor. Si funciona, súmalo a tu discurso y repítelo a la menor oportunidad que se presente.
El proceso de producción de tu película pocas veces resulta interesante. A menos que hayas tenido un rodaje infernal como el de Apocalypse Now o como cualquiera de las viejas películas de Werner Herzog y Klaus Kinski. El proceso de producción de tu película puede ser interesante si se cuenta en términos dramáticos. Como la lucha de un director o productor llamado David contra el todopoderoso Goliat de la industria del cine. Cuenta cuáles sacrificios tuviste que hacer, cuántos meses has tenido que dormir en el sofá de tus amigos para ver realizado tu sueño.
La prensa adora una buena historia de superación y triunfo contra la adversidad. Eso vende periódicos, aumenta el rating y atrae clics.
Pero si el proceso de producción no siempre es interesante (he visto a directores aburrir a muerte a las audiencias en sesiones de preguntas y respuestas con largas peroratas técnicas sobre las bondades de cierta cámara), una buena historia sobre lo que tuviste que hacer para realizar tu película, sí. En alguna entrevista leí cuánto Kevin Smith (Clerks) envidiaba la historia de cómo Robert Rodríguez obtuvo el dinero para hacer El Mariachi, su ópera prima —haciendo de conejillo de indias en una farmacéutica. Hablar del presupuesto sólo es interesante si es minúsculo, como justamente sucede con El Mariachi (6 mil dólares).
Los antecedentes de 3 Bellezas
Con 3 Bellezas yo no tenía una historia de adversidades y superación pero sí un cuento que resultaba al menos interesante, porque tenía que ver con uno de los temas tratados en el film y que resultaba noticioso. Era además la respuesta que tenía preparada para la primera pregunta que muchos reporteros te hacen: ¿por qué decidí hacer una película sobre el tema de los concursos de belleza? ¿Cuál fue mi motivación?
Yo contaba que una vez dicté un curso de documentales en una universidad. Y al proponer los temas para los trabajos del final de curso, resultó que 5 de los 7 grupos de estudiantes habían escogido temas relacionados con la apariencia física. Eso me había llamado mucho la atención. Yo le contaba a los reporteros que ahí había descubierto un posible filón para una película, uno de esos nervios de las sociedades expuesto de los que hablaba al comienzo de este artículo.
Repetí la anécdota en entrevistas y sesiones de preguntas y respuestas una y otra vez y siempre daba pie a una buena discusión.
La promoción de tu película y los actores
Los actores desempeñan un papel primordial a la hora de promover tu película. Prepáralos. Así no figure en sus contratos, muchos lo harán con gusto. Te acompañarán en las entrevista de radio y TV y a los festivales de cine y ruedas de prensa y cine-foros.
Pero no dejes de prepararte tú mismo, como director o productor, para enfrentar esta fase en solitario. Desde que se filma una película hasta que se estrena puede pasar mucho tiempo. Y al final, muchos de ellos no estarán disponibles. Algunas estarán esperando bebés. Otros, comprometidos con alguna serie de TV, telenovela u otro rodaje. Puede que alguno se haya ido a trabajar en Hollywood y otros estén muy ocupados con sus obras de microteatro.
Muchas veces estarás tú solo.
Materiales y herramientas para promocionar tu película
Aunque con la llegada de Internet contamos con toda suerte de materiales y herramientas, en cuanto a la promoción en salas de cine, hay dos viejas herramientas que siguen siendo las más efectivas: el trailer y el póster de tu película. Pero, antes de entrar en materia, hablemos de un asunto que se decide en el guión, pero que muchas veces cambia al llegar a la fase de distribución (y sigue cambiando en las difernetes ventanas de exhibición):
El título
Rara vez el título de una película permanece inalterable durante todo el proceso, pero al llegar a la distribución muchas veces el asunto se convierte en un punto de honor. Recuerda que los distribuidores saben lo que sus clientes (exhibidores, televisiones, plataformas de streaming) quieren y lo que les funciona. Así que si no les gusta el título querrán cambiarlo. ¿Mi consejo? A esas alturas del partido, no te tomes las cosas tan a pecho y escúchalos. Ellos conocen a sus clientes. Tú, no.
Lo que sí recomiendo es escoger títulos que se inicien con números o las primera letras del abecedario. La gran mayoría de los festivales de cine organizan alfabéticamente sus catálogos. Algunas plataformas también tienen la opción de organizar listas de esa misma forma. Si el título de tu película comienza con un número o unas de las primeras letras del abecedario, es probable que aparezca entre los primeros lugares o ls primeras páginas.
Por eso mi película se llama 3 Bellezas y no Tres Bellezas.
El afiche (o póster o cartel)
En lo que respecta a la exhibición en salas, el afiche y el trailer siguen siendo los dos materiales promocionales más importantes y efectivos. Y de los dos, el afiche es quizás el más importante. Por la sencilla razón de que la gran mayoría de los espectadores decide “ir al cine” y no ir a ver una película en específico. La elección de la película que verán la hacen justo frente a la taquilla, mirando los carteles de las cintas que se exhiben.
Durante la corrida de 3 Bellezas vi cientos de personas paradas frente a las taquillas de las salas, justo antes de comprar el boleto, indecisas sobre qué ver.
Como sucede con el título, el distribuidor también querrá participar en la decisión del afiche de tu película. Muchas distribuidoras tienen incluso un departamento de diseño gráfico exclusivo para tales fines (ten en cuenta que un buen porcentaje del costo del trabajo de diseño, se te descontará de los beneficios de tu película, pero del dinero hablaremos después).
Nuevamente, déjalo en sus manos. Opina, pero al final no valdrá tanto la pena librar una batalla al respecto. Otra vez: recuerda que él conoce a sus clientes. Sin embargo, evita el diseño y la impresión de un “teaser poster”, esos afiches que sirven para campañas de intriga. Lo más seguro es que en las salas de cine lo cuelguen y no lo vuelvan a quitar hasta que tu película salga del circuito. El dichoso teaser poster se convertirá en el afiche oficial de tu película y en un dolor de muelas durante toda la exhibición. No pierdas dinero en eso.
Sin embargo, al escribir tu guión trata de imaginar qué frases podrían ir en ese afiche. El de 3 Bellezas tenía como tagline (o frase promocional) un diálogo de Perla, la madre: “Las flores de plástico nunca se marchitan“. Así mismo, el fotograma que aparecía, las hermanas de espaldas, con sus manos sangrantes entrelazadas, ya estaba descrita en el guión.
El trailer
Muchos espectadores deciden qué ver a continuación por el trailer que ven antes de la película. La gran mayoria no ve otra cosa. No lee reseñas o reportajes sobre las películas. Ni va a buscar otros materiales en las redes sociales. Así que es uno de los dos materiales promocionales que llevará gente a las salas que proyecten tu película, además del afiche o poster.
Y, como era de esperar, el distribuidor también querrá aportar su granito de arena con su opinión. ¿Mi consejo? Igual a los anteriores. Escúchalo. Opina, pero no lo empujes al bando enemigo. Eso sí, como en el caso del teaser poster evita hacer un teaser trailer para las salas. Para evitar que la fuerza de la costumbre de los proyeccionistas lo convierta en el trailer oficial de tu película y un quebradero de cabeza.
De tu cabeza.
En las industrias cinematográficas más o menos desarrolladas los distribuidores contratan agencias especializadas en trailers. Así que déjalo en sus manos. Y aquí es muy pertinente el dicho de que no hay peor cuña que la del mismo palo. En este caso, otros pueden promocionar tu película mejor que tú.
No obstante, al escribir tu guión puedes armar escenas que funcionen de forma independiente, que se puedan usar en el trailer, que no revelen la trama pero que despiertan el interés de los espectadores. Describe planos atractivos, imágenes que provoquen intriga o deseo.
¿Y las redes sociales qué?
Conforme pasa el tiempo, las redes sociales se encierran cada vez más en sí mismas. Poco a poco han ido dejando de ser generadoras de tráfico y promoción, salvo para sus propios contenidos. Actualmente las considero útiles sólo como medios de promoción para productos digitales, que se distribuyan y se exhiban en la misma red.
Pero este será todo un tema a tratar en uno o varios artículo venideros.