Es curioso cómo la sinopsis argumental de la película Black Swan se ha prolongado en la vida real, en una vuelta de tuerca que haría las delicias de un Jorge Luis Borges, escritor obsesivo del tema de los dobles, espejos y espejismos. En el film, Portman intepreta a una ballerina en pleno proceso de desdoblamiento, atrapada en la dualidad entre la realidad y la ficción, entre su persona y los personajes dobles que debe interpretar: el cisne blanco, el cisne negro. Según declaró a Inside Movies en noviembre pasado, la actriz usó una doble de cuerpo para las secuencias de danza más complejas.
Tuve una doble para cosas complicadas. Eran cosas que no habría podido hacer en un año, nada que pudiera conseguir. Pero pienso que era mejor todo cuanto estuviera a mi alcance.
Portman ganó el Oscar y poco después la ficción comenzó a hacerse realidad. Y, como en el film en una paradoja borgiana, su doble (de cuerpo), Sarah Lane, se rebeló:
Ellos buscaban crear la idea de que Natalie era una suerte de prodigio, o que era tan talentosa y que trabajó tan fuerte que en año y medio hizo de sí misma una ballerina para la película, básicamente para el Oscar. Básicamente esto es denigrante para la profesión, no solamente para mí. Yo he hecho esto por 22 años. ¿Puedes tú convertirte en una pianista concertista en año y medio, incluso si eres una estrella de cine?
Digo, desde el punto de vista de una bailarina profesional, ella no luce del todo como una ballerina profesional y no puede bailar en zapatillas de ballet. No puede mover su cuerpo, es muy rígida.
A Lane le salió al paso, el coreógrafo Benjamin Millepied, pareja de la actriz:
Honestamente, el 85 por ciento de la película, es Natalie.
También Darren Aronofsky, acudió en defensa de Portman:
Esta es la realidad. Le pedí a mi editor que contara los planos. Hay 139 planos de danza en la película Black Swan. En 111 está Natalie sin retocar. Veintiocho son de su doble de cuerpo, Sarah Lane. Si se sacan cuentas, eso significa que Natalie está en el 80 por ciento del metraje. ¿Y qué me dicen de la duración? Los planos que presentan a la doble son planos generales y raramente duran más de un segundo. Hay dos largas secuencias de danza compleja en las que usamos sustitución de rostro. De modo que, si juzgamos por tiempo, Natalie estaría en el 90 por ciento de las secuencias de danza.
Y, para aclarar, Natalie bailó en zapatillas de ballet. Si se mira con atención el plano final del prólogo, que dura 85 segundos, y fue interpretado por Natalie, notarán que ella deja la escena en puntillas. Es completamente ella. sin ningún truco digital. Estoy respondiendo para poner esto en perspectiva y defender a mi actriz. Natalie sudó duro y largo para entregar una gran actuación, física y emocional. Y no quiero que nadie piense que no es ella a la que están viendo. Así es.
Acaso tenga razón el amigo Henry Figueroa Brett cuando me escribe, vía Twitter:
De todas maneras el Oscar es por actuación no por bailar. Eso seria American Dancer… ¿O no?
Quizás pronto veamos una película en la que una actriz, desdoblada en ballerina, que a la vez se desdobla en el papel doble de cines negro/blanco, es perseguida por una ballerina, empleada como su doble de cuerpo, que cree ser el verdadero cisne negro… O algo así.