Acabo de terminar un documental que resume buena parte de los últimos 150 años de la historia de Maracaibo, mi ciudad natal (bueno, aún queda pendiente la aprobación por parte del cliente, de modo que lo de haber terminado es un decir). Fueron casi 16 meses de investigación, rodaje y postproducción. Y aunque contamos con abundante material filmico de archivo, también requerimos de casi 300 fotografías, que datan de finales del siglo XIX y principios del XX.
El primer acto de nuestro documental dependía pues, de estas fotografías. Para darle movimiento a las imágenes, usamos varios métodos. El primero y el más laborioso (y, por supuesto, el menos usado a lo largo de la pieza), fue una variación del efecto de The Kid Stays in the Picture: descompusimos las imágenes estáticas en varios planos (y capas) en Adobe Photoshop y luego le dimos movimiento en Adobe After Effects.
Transformamos las capas de Photoshop en capas 3D en AE, y usamos diferentes filtros de desenfoque para simular profundidad de campo entre los diferentes objetos y personas retratadas. (—>Aquí pueden encontrar un buen tutorial sobre cómo simular la profundidad de campo).
A quienes les interese reproducir el efecto de ‘The Kid…?, pueden dirigirse al siguiente tutorial: Son of Ben Kurns, de Bob Donlon. Aunque está en inglés, las imágenes casi se explican por si solas. Si alguien tiene alguna pregunta, pueden dejarla en los comentarios de este artículo.
Después de realizado el movimiento, envejecimos las imágenes superponiéndoles un pedazo de “cola” de 35mm, transparente y rayada, que previamente habíamos transferido a video, junto al resto del material de archivo. Usamos diferentes métodos de fusión para obtener rayas y manchas blancas y negras de una misma “cola”.
Variando la velocidad del video y la apertura del obturador virtual en AE conseguimos el clásico “flicker” o parpadeo de las películas antiguas filmadas con cámaras de cuerda.
En algunos casos, las imágenes nuevas parecen más viejas que las del material de archivo mismo. No usamos este efecto en todas las fotos por temor a desvirtuar el valor histórico de la mayoría de los documentos que conseguimos y usamos en la pieza.
La segunda técnica fue animar las fotografías usando la socorrida técnica de Final Cut Pro o, mejor, en After Effects. Sobre todo, si se usa su cámara virtual.
Finalmente, fue una lástima que no hayamos contado para el documental con la nueva funcionalidad de la última versión del Photoshop (CS3), esa que permite trabajar el video como una sucesión de fotografías. Habríamos podido hacer algo como esto…