¿Recuerdan The Cell, aquella película en la que la siempre apetitosa Jennifer López interpretaba a una terapista que se introducía en la mente de un director de arte barroco asesino en serie comatoso para salvar la vida de la última de sus víctimas (del asesino, no de la terapista, quiero decir)?
Aquella película fue dirigida por Tarsem –corría el año 2000 y estaba de moda entre los directores cambiarse el nombre por siglas, como McG (Charlie’s Angels) o firmar con uno tan llamativo como impronunciable. Por ejemplo, M. Night Shyamalan.
Tarsem se llama en realidad Tarsem Singh. Nacido en La India, criado en Irán y educado en California, el video clip de Losing my Religion de R.E.M., le había ganado un nombre en el mundo de la publicidad de entonces.
Una década antes, Tarsem había comprado los derechos de Yo Ho Ho, un filme búlgaro dirigido por Zako Heskija y había comenzado a trabajar en su adaptación. Una vez listo el guión, con la ayuda del realizador David Fincher, se dedicó a buscar posibles financistas.
Y no encontró.
Decidió ir entonces desoír el viejo y sabio proverbio hollywoodense de nunca hacer una película con dinero propio e ideó un astuto plan de rodaje. Como quiera que se trataba de un cotizado director de publicidad y era requerido en todo el mundo, sólo aceptaba aquellos comerciales cuyas locaciones también le sirvieran para rodar escenas de The Fall. A dondequiera que iba, era seguido por un equipo de rodaje mínimo, con sólo el personal imprescindible. Completar la película le tomó 15 años. Quince largos años en los que se dedicó a recopilar imágenes por todo el globo.
Si hemos de juzgar por el trailer, en términos visuales, el resultado parece realmente asombroso y alucinante, creado con el sólo poder de la dirección de arte, la fotografía, el vestuario y sin el concurso de los efectos digitales. Aunque, por otro lado, según uno de los críticos revulsivos de Reverse Shot, en una reseña publicada por IndieWire, The Fall vendría a ser “el típico producto de un director de fotografía nato jugando a ser realizador”: una historia plana, obvia, llevada adelante por personajes planos, unidimensionales.
Desde 2006, The Fall está dando vueltas en el circuito de festivales y, por fin, ha sido estrenada comercialmente en los Estados Unidos en fecha reciente.
Vía | The New York Times
