De un tiempo a esta parte, he venido considerando la posibilidad de incluir a las producciones televisivas entre los temas de esta página (también he pensado lo mismo de los juegos de video). Salvando las distancias, como Espoiler, el blog dedicado a la televisión de Hernán Casciari, esa leyenda prematura –por temprana y adelantada– de la Web 2.0.
Desde hace algunos años, en la televisión he visto cosas mucho más arriesgadas e interesantes que en el cine: Los Sopranos, Dexter, Californication, Damages, Broken Trail, House MD, Weeds, The Wire, la recién estrenada Generation Kill, sobre la guerra de Irak, o Mad Men, una serie que nos muestra que los publicistas también son humanos.
¿Qué mejor ejemplo de televisión de vanguardia que Recount, el filme sobre las elecciones estadounidenses del 2000, estrenado para buena parte de América Latina este fin de semana por la cadena HBO?
Dirigido por Jay Roach (Austin Powers, Meet the Parents), Recount relata con un suspenso paralizante y bocanadas de humor, los entretelones del recuento –trunco– de votos del estado de Florida, en los comicios donde resultara electo George W. Bush por vez primera.
El guion, firmado por el actor y guionista debutante Danny Strong (Gilmore Girls y Buffy, The Vampire Slayer) encabezó la lista negra de las películas con temas demasiado calientes para ser producidas por estudio alguno –sí, esa lista existe.
A pesar de que su trama es harto conocida y todos sabemos cómo termina, revelar demasiados detalles puede echar a perder el espectáculo. Se trata de una historia absurda y escalofriante, que pasa de la carcajada al terror sin solución de continuidad, como en la secuencia de la famosa Protesta “Brooks Brothers”. Es la crónica de una paradójica circunstancia histórica, en la que los conservadores republicanos se sublevaron en contra del sistema y los progresistas demócratas terminan defendiendo el status quo.
El tratamiento ficticio de tan polémico suceso, desde luego, ha molestado por igual a gente de ambos bandos en pugna: ni demócratas ni republicanos creen que les hace justicia la forma en la que la película los retrata. El demócrata Warren Christopher, uno de los principales asesores del candidato Al Gore en la contienda, es uno de los más ofendidos. No obstante, se suele describir a Recount como una historia demócrata.
No se puede dejar de hablar del reparto y del extraordinario trabajo que hacen todos y cada uno de los actores. Sobre todo, una insuperable Laura Dern quien con su rostro elástico, da vida a ese ser de otro mundo llamado Katherine Harris, entonces Secretaria de Estado de la gobernación de Florida, apodada en aquellos días Cruella de Vil. Hay un momento en el que, antes de entrar a un salón para iniciar una rueda de prensa, Harris hace una pausa para “meterse en personaje”, con lo que Dern nos regala unos pocos y magistrales segundos del más puro arte de la actuación: una actriz que interpreta a un persona real que se prepara para actuar ante las cámaras.
Tampoco puede uno dejar de mencionar el trabajo de Tom Wilkinson como James Baker III, ex Secretario de Estado de Bush padre y artífice del triunfo de Bush hijo: uno termina olvidándose de que no estamos viendo al verdadero Baker. Ojo a esa secuencia en la que cuenta cómo y por qué se unió al partido republicano. Acaso allí, en esa breve escena, se sugiere la clave de la victoria de George W. Bush.
Recount está protagonizada por Sidney Pollack como productor ejecutivo. El filme y ha sido nominado a varios premios Emmys.
¿Alguien allá, al otro lado, ha visto ya Recount? ¿Qué les ha parecido?