Facebook ha pasado de ser una simple red social a convertirse en un fenómeno cultural.
Casi podemos decir que, para la mayoría de los internautas, hay un antes y un después de Facebook.
La red social que remeda en el mundo virtual el libro de rostros de muchas instituciones educativas de todo el mundo, ha servido para recuperar amistades perdidas, unir y desunir parejas, organizar reencuentros escolares, promocionar eventos y personalidades, difundir conocimiento y ejercer el activismo político.
Mientras unos no pueden vivir sin Facebook, otros prácticamente viven en en él.
Y también hay quienes lo consideran un mecanismo de control social, una herramienta ideal para la delincuencia virtual y el hampa real, o para los servicios de inteligencia y espionaje de gobiernos totalitarios. Su uso es tan extendido que no tener una cuenta en Facebook, es señal de excentricismo o misantropía. Todo depende.
Desde que Facebook existe, ya no es necesario la consabida fórmula de “¿y qué has estado haciendo?”. Y, cuando la pregunta se deja caer, puede que la respuesta sea: “¿y es que acaso no lees mi Facebook?” Ya nadie tiene que ponerse al día sobre la vida de los demás. Podemos saltarnos esa parte e ir directo al grano.
A mí me gusta porque Facebook es uno de los sitios más civilizados de la red. en líneas generales no hay trolls, la misma naturaleza, basada en la identidad, de la red hace del anonimato una práctica sin sentido. ¿Puede existir algo más inútil que un anónimo en Facebook? ¿Cuánto amigos llegaría a tener?
Todo lo anterior viene a cuento porque Variety publicaba ayer una nota sobre la posibilidad de que David Fincher dirigiera una película basada en la historia del desarrollo de Facebook. Puede sonar aburrido –¿una película sobre un par de tipos tirando líneas de código PHP y Javascript?– o simplemente un disparate, pero cuando uno recuerda que Facebook tiene alrededor de 200 millones de usuarios en todo el mundo, se hace una idea de la magnitud del negocio que los tienen entre manos. (Pensándolo mejor, puede que “BlogaCine, el musical”, quizás no sea tan mal negocio después de todo –no, no tenemos 200 millones de usuarios).
Aaron Sorkin, creador de The West Wing firma el guión, basado en el libro de Ben Mezrich, Multimillonarios accidentales, que está próximo a salir. El proceso de selección de reparto ya ha arrancado y los súpernerds, ultrageeks Michael Cera y Shia LaBeouf encabezan la lista de candidatos a interpretar a Mark Zuckerberg, el estudiante de segundo año de Harvard que inventó la red.
Por último, la cinta no tendrá un título muy original que digamos: La Red Social.