Justo cuando estés por perder la fe en el cine por culpa de algo que pudiera definirse como “sobredialogación”… De los chistes facilones basados en una vulgaridad gritada voz en cuello… O de las historias de amor que se repiten, idénticas, ad nauseam, cuya única función es mantener la atención durante un segundo acto penosamente escrito…
Y de las tramas y propuestas estéticas que se mueven cómodamente y sin riesgo en el territorio de la clasificación “A”, apta para todo público… Decía, justo cuando estés a punto de perder la fe en el cine por todo lo anterior, remueve cielo y tierra y consigue una copia de Hunger de Steve McQueen.
McQueen es un artista visual, lo que quiere decir que sus films se proyectan en las paredes de galerías y museos en vez de las pantallas de las salas de cine. No son películas, son obras de arte. No obstante, el año pasado, McQueen estrenó Hunger, una película narrativa sobre la huelga de hambre de los combatientes del IRA, en 1981.
Hunger de Steve McQueen, el caso real
Copio y pego aquí lo que dice la Wikipedia del protagonista principal de aquella huelga, Bobby Sands:
Robert George Sands, conocido como Bobby Sands (9 de marzo de 1954 – 5 de mayo de 1981) fue un republicano de Irlanda del Norte, y miembro del IRA Provisional (Ejército Republicano Irlandés provisional). Arrestado en 1977 por tenencia ilegal de armas de fuego, fue condenado a catorce años de cárcel e internado en la prisión de Long Kesh. En 1981 fue elegido representante del Sinn Féin en la Cámara de los Comunes por Irlanda del Norte.
Ese mismo año inició una huelga de hambre junto a otros activistas del IRA para exigir una serie de demandas (derecho a tener el estatuto de preso politico principalmente, derecho a no llevar uniforme carcelario, derecho a no trabajar en la cárcel, derecho a relacionarse libremente con otros prisioneros, derecho a organizar su propio tiempo libre, derecho a recibir una visita y una carta por semana, entre otros). Ante la negativa del gobierno británico a acceder a dichas demandas, la huelga de hambre prosiguió, y tras 66 días de huelga, Bobby Sands falleció, junto con otros compañeros activistas, convirtiéndose en un mártir de la causa republicana en Irlanda del Norte.
Es muy famosa su frase, pronunciada durante su huelga de hambre: “Our revenge will be the laughter of our children.” (“Nuestra venganza será la risa de nuestros niños.” en castellano)
A diferencia de otras cintas que retratan el mismo suceso, como Some mother’s son, de Terry George; Hunger transita un camino distinto al convencional, narrativo, de los docudramas.
Drama no convencional
Hunger de Steve McQueen está dividido claramente en tres grandes secciones o actos. El primero se centra en la vida cotidiana de los combatientes del IRA detenidos y en la cotidianidad de un guardia carcelario.
Con muy pocos diálogos y siguiendo una propuesta conceptual, el filme describe en esta sección la huelga de limpieza de los presos. No se bañaban, se negaban a vestirse, cagaban en el piso de la celda, embadurnaban las paredes con mierda y orinaban en la puerta para que el orine inundara el pasillo. Y los maltratos a los que eran sometidos por parte de los guardias de la prisión.
Paralelamente, seguimos el día de un guardia que se sabe condenado a muerte de antemano, en una época en la que los carceleros eran los objetivos prioritarios de los atentados del IRA.
El segundo acto está compuesto por una larga conversación entre Bobby Sands y su sacerdote confesor. Ambos discuten la posibilidad de ir a la huelga de hambre. Lo increíble es que la mayor parte de esta conversación está recogida en un solo plano fijo de casi 20 minutos.
El último acto
Finalmente, el tercer acto narra, con la casi total ausencia de diálogos, el desarrollo de la huelga, pero desde la perspectiva, completamente subjetiva, de Bobby Sands.
McQueen ha dicho sobre su obra:
En Hunger no hay nociones simplistas de “héroe”, o “martir” o “victima”. Mi intención es provocar el debate en la audiencia, retar nuestra propia moral a través del film.
Hunger de McQueen obtuvo el premio Camera D’or en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes.