Mi nota anterior sobre la paradoja de los premios ANAC, en los que han sido premiadas varias películas rodadas en video, pero en los que sólo pueden concursar las que hayan sido terminadas en 35mm., suscitó algunos comentarios —verbales— que me hicieron ver que acaso se prestaba a confusiones.
El artículo apuntaba a resaltar la paradoja señalada al principio. Nada más. No estoy diciendo que una película, por haber sido rodada en video, sea mejor que una hecha en celuloide. Tampoco afirmo lo contrario. Creo que la calidad de un filme no depende de eso.
No obstante, en más de una ocasión me han interrogado sobre el particular: ¿puede ser considerada “cinematográfica” una película realizada en video? Y, en todo caso, ¿es mejor o peor que otra rodada en celuloide?
Siempre procuro responder a la manera de los jesuitas. Es decir, con otra pregunta como respuesta: ¿qué puede ser mejor: un libro escrito con máquina de escribir o aquel que ha sido escrito con un procesador de textos?
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