No, no me he equivocado al titular esta nota… Pero vayamos por partes.
Memorias del Subdesarrollo, de Tomás Gutiérrez Alea sobre el texto de Edmundo Desnoes, es a mi juicio una de las mejores películas latinoamericanas. Sigue pareciéndomelo, cuatro décadas después de su estreno, cuando además ha cobrado una inusitada actualidad por los recientes procesos políticos que afectan a buena parte del continente americano.
Memorias del Subdesarrollo cuenta la historia de Sergio, un hombre maduro de clase media alta que, a diferencia de sus familiares, decide quedarse en la Cuba revolucionaria para vivir en carne propia el proceso. Se trata de un personaje alienado, que parece sacado de El Extranjero de Albert Camus y encajado en una historia con estructuras dramáticas bretchianas. Una odisea existencialista, salpicada con el más ácido humor cubano.
Tuve que aguantarme, controlar mis deseos de salir corriendo, durante cuatro tediosos años. Dos años han pasado desde que me dieron eso que llaman aquí tenure; me nombraron profesor de Latin American Studies. No obstante tenía que huir del guetto, del mundo de la enseñanza, no soportaba la ilusión de seguridad, no apreciaba el respeto de los estudiantes, y mucho menos la pretensión de saber algo, de tener algo que decir. Tal vez me quería castigar, flagelar por ser un traidor a la patria. Antes de desertar, de abandonar la isla y venir a vivir y morir en los United States yo había sido durante veinte años un verdadero creyente en la Revolución cubana, un marxista comprometido, estremecido de fervor revolucionario. ¿Cómo podía dedicarme ahora a enseñar si mi vida era un error? Creo en las devastadoras virtudes de un loser. La cultura anglosajona me ha penetrado, violado, revelado facetas de mi personalidad que hasta ahora desconocía. Soy un loser, un perdedor, y en realidad no me importa ganar, solo me interesa la intensidad de mis sentimientos. Me regodeo en la caída. La tragedia me asienta mucho mejor que el éxito. Don Quijote jamás deshizo un entuerto. Bolívar murió convencido de que había arado en el mar. Ahora y solo ahora –después de mi crueldad con las tiernas y hermosas mujeres, de mi desastrosa entrega al sueño encarnado del socialismo, de haber contribuido a la polución del ambiente, de haber escrito y hablado mierda hasta por los codos, y de contemplar en el espejo las devastaciones del tiempo en mi cuerpo ruinoso– comprendo y aprecio a fondo los humillantes pleasures of loserdom, aprecio los placeres de la perdedumbre.Quizás allí en Nueva York Desnoes se haya cruzado con Miguel Coyula, un joven realizador cubano, egresado de la EICTV, quien se encontraba estudiando en el Lee Strasberg Theatre and Film Institute. El primer largometraje de Coyula, Cucarachas Rojas, filmado con un presupuesto de 2 mil dólares, recorría con éxito el circuito de festivales. Desnoes le confiaría a Coyula la adaptación cinematográfica de Memorias del Desarrollo. El filme, que aún se encuentra en etapa de producción, ha sido rodado en Nueva York, Venecia y La Habana. A continuación, podrán ver un trailer tempranero del filme. También, dos entrevistas (una en español, otra en inglés) con Coyula y una reseña televisiva. En nuestra sección de videos, hemos publicado el trailer japones y algunas escenas de Memorias del Subdesarrollo: “La Habana parece una ciudad de provincias“, la mesa redonda, y “la verdad del grupo está en el asesino“. Memorias del Desarrollo | Teaser Trailer Memorias del Desarrollo | Reseña Televisiva Entrevista Miguel Coyula | Español Entrevista Miguel Coyula | Inglés Memorias del Desarrollo | MySpace ]]>