El artículo de Wired, titulado genialmente Ranging Boll, no tiene desperdicio.
Sumarizo Resumo rápidamente. Resulta que el alemán Uwe Boll carga con el sambenito de ser el peor director vivo sobre la faz de La Tierra. La fama, según Boll, se la han endilgado las cientos de páginas web dedicadas a la crítica cinematográfica amateur, del tipo Ain’t It Cool News, que pueblan Internet.
Según Wired, no sólo era el ego de Boll lo que sufría con las críticas, sino además la taquilla de sus películas. BloodRayne, su última producción, costó 25 millones y sólo recaudó dos y medio. Boll responsabiliza a los críticos de la red por la debacle.
En junio pasado, Boll se hartó. Se hartó de “todos esos geeks que, escondidos tras pseudónimos”, dicen querer patearle el trasero (sí, hombre, ya ven que el anonimato no es un fenómeno exclusivo de BlogaCine). Por eso les lanzó un reto.
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