Pocas películas tan apropiadas para estos días electorales como The Candidate, de Michael Ritchie.
Escrita por Jeremy Larner, quien fuera un escritor de discursos para el senador Eugene J. McCarthy durante su campaña para la nominación presidencial del partido Demócrata en 1968; The Candidate es una cruda metáfora del poder corruptor de la política, por no decir el poder corruptor del poder.
Se acercan las elecciones y a Marvis Lucas (Peter Boyle) le encargan la nada envidiable tarea de encontrar un candidato demócrata para enfrentar al muy popular senador republicano por California, Crocker Jarmon.
De entrada, es una causa perdida, pues Jarmon parece imbatible. Lucas convence al casi desconocido abogado Bill McKay (Robert Redford) de asumir el reto.
[amazon_link asins=’6304696507|B0057W0R54′ template=’ProductAd’ store=’blogacine0f-20|blogacine0d-21′ marketplace=’US|ES’ link_id=’0d27a09b-07a1-11e8-9d3d-b77a1c89baf6′]Sin interés alguno en la política, McKay ha dedicado su carrera a luchas por los derechos civiles. Como quiera que no tiene nada qué perder ya que de antemano se sabe, no va a ganar las elecciones, McKay puede hacer y decir lo que se le antoje. Lo que al abogado le parece una buena forma de llamar la atención sobre las causas que defiende.
Pero una cosa es perder. Y otra, muy diferente, es ser víctima de una humillante derrota… A propósito de las históricas elecciones estadounidenses en curso, The New York Times le dedica sus sección Critic’s Picks a The Candidate. Y el crítico no duda en calificarlo como un filme profético.
De nuestra parte valga agregar que no ha perdido ni un ápice de actualidad: ¿acaso Obama no comenzó su campaña electoral como un McKay que, a fuerza de no tener qué perder, poco a poco lo ha ganado casi todo?