En días recientes escuché el comentario de un par de amigos que fueron a ver El misterio de las Lagunas, fragmentos andinos y en cuya proyección se encontraba su director, el señor Atahualpa Lichy, hecho que llamó mi atención.
Llega el momento en que soy yo quien asiste a la proyección. Después de los trailers, antes de empezar la película, encienden las luces y el director Atahualpa Lichy se para frente al público, de apenas unas 20 personas, a presentar su película, y ofrece abrir un foro al finalizar la misma como si se tratase de un cine foro o parte de una actividad para estudiantes de cine.
Al terminar la función la gran mayoría de estas personas permaneció en la sala para compartir con el cineasta. Se hicieron pregunta y comentarios, en un ambiente ameno que se llevó media hora y que sólo termino debido a que había gente esperando entrar a la sala para la siguiente proyección.