Sólo quienes hayan intentado hacer la corrección de color de sus películas usando un mouse pueden describir tan hórrida experiencia a cabalidad.
Ya se trate de Apple Color, o Magic Bullet Colorista, con un mouse, no hay manera. Sucede que las aplicaciones de corrección de color no están hechas para ser manejadas con un ratón. Requieren de un controlador más sofisticado, de tres esferas. Y no son baratos.