Tiempo atrás hicimos referencia a un artículo de IndieWire en el que se comentaba la triste suerte que había tenido Four Eyed Monster, una película de bajo presupuesto con excelente actuación en el circuito de festivales de cine, pero nulo éxito con los distribuidores y exhibidores norteamericanos.
El filme de Susan Buice y Arin Crumley estaba a punto de correr el mismo destino de otras películas que a pesar de ser buenas —según la opinión de la crítica—, no han encontrado distribuidor o no han gozado del favor del público (como en el caso de Keane, de Logde Kerrigan).