No le hice mucho caso a la promo de Black Mirror en España hasta este fin de semana pasado. Me refiero a esa promo donde aparece Rajoy, presidente del gobierno español, Maduro, Puigdemont…
Lo había tomado como un chiste provocador para ganar espectadores. En el fondo lo es. Pero este fin de semana la vi de nuevo, con un poco más de atención. Me sorprendió. Porque no es tan inocente ni inocua como parece.