Quien haya seguido la vida y carrera de Werner Herzog, o al menos haya visto Mein liebster Feind (Mi enemigo íntimo), sabe que lo que cuenta este post no es en lo absoluto inusual o extraordinario, tratándose de quien se trata.
Que le disparen en plena entrevista es normal en el caso de Herzog. Raro habría sido que no le pasara nada.