En un par de escenas de Steven Spielberg basada en Tom Cruise hace una investigación documental en los archivos de recuerdos de algunos personajes, relacionados con un crimen que aún no ha sido perpetrado.
Parado ante un monitor de cristal, sus manos enfundadas en guantes, el personaje de Cruise manipula con gestos las imágenes almacenadas en placas de cristal. Cruise nos recuerda a un director de orquesta que trabaja con el tiempo y la memoria, y la música escogida por Spielberg contribuye a enfatizar esa sensación. (Podrán ver ambas escenas en el video que encabeza este artículo).
Recuerdo que al ver la primera escena pensé lo mismo que seguramente ha pensado todo profesional del cine en ese momento:
Ojalá inventaran un sistema así para editar una una película.
En los años siguientes, algunos avances tecnológicos me convencieron de que ese día estaba más cerca de los que yo pensaba: