Brüno, la película más reciente protagonizada por Sasha Baron Cohen, tuvo un comportamiento inusual en su recaudación de taquilla. Después de un respetable estrenó, al día siguiente su recaudación cayó a menos del 50 por ciento. La caída se le atribuyó al boca-a-boca negativo generado por Twitter y otras redes sociales.
En los medios tradicionales uno puede leer por estos días que District 9, ópera prima del surafricano Neil Blomkamp producida por Peter Jackson, ha resultado ser el caso inverso a Brüno: una película cuya taquilla ha sido catapultada por los comentarios positivos en las redes.
Pero el influyente blogger David Poland está en desacuerdo con ambos ejemplos sobre el Efecto Twitter: